Capítulo 15

18 7 0
                                    

Siete y media de la mañana, esa es la hora a la que la alarma de mi móvil empieza a sonar, la paro. Me levanto de la cama deprisa y corriendo y me voy directamente al baño. Tengo tiempo suficiente para ducharme, vestirme, desayunar algo e ir a los boxes de la pista de motocross. Todo el equipo, incluyendo mecánicos, corredores y equipo técnico, hemos quedado en nuestro box, a las 8:15, voy bien de hora, hasta la 9:15 la primera carrera no empieza, así que tengo tiempo de sobra.

Cuando salgo de la residencia, el Sol sale tímidamente, parece que ni él tiene ganas de alumbrar la carrera de hoy. Le mando a Carla un mensaje para recordarle lo de mi apuesta con Patrick, con el fin de que se lo diga a Sam, Lionel y Kim. Por si acaso pierdo, que estén avisados de cuál va a ser el plan de esta tarde.

Los boxes, parecen un hervidero de vida, todo el mundo va de un lado para otro. Los mecánicos van y vienen con diferentes neumáticos de un sitio a otro. Puedo divisar, que el box de los "Gold Phoenix" también está abierto, y que los amigos de Patrick están dentro. A él, todavía no le he visto. Se habrá rajado y no querrá cumplir la apuesta. Justo cuando este pensamiento está cruzando mi mente, le veo. Ya se ha cambiado y lleva puesto el mono de competición de su escudería, y le queda demasiado bien. Dorado, ajustado y completamente sexy. Como ya es costumbre, me ve en la corta distancia que nos separa y me guiña un ojo, después se da la vuelta y vuelve a estar pendiente de su moto.

Llego a la puerta del box, y veo que el señor Anderson está dando órdenes a diestro y siniestro, quiere que la carrera de hoy sea perfecta para todos, tiene todo bajo control, y hasta el más mínimo detalle cuidado. No veo a ninguno de mis compañeros pilotos, por ello entro y me dirijo al entrenador:

—Anderson, ya estoy aquí. ¿Cuáles son tus órdenes para ahora mismo?

—Buenos días Eli, ve a los vestuarios, cámbiate y ponte el mono blanco. Cuando termines, inspecciona tu moto. Ya sabes, frenos, retrovisores, combustible, neumáticos y todo aquello que hagas normalmente, si ves que algo no te cuadra, se lo dices a Phill, ya sabes el mecánico jefe. —me dice señalando al chico bajo y moreno que no para quieto, entre una moto y otra.

—Vale, ahora mismo vengo.

Según digo esto, me meto en el vestuario femenino a todo correr. Me cambio y me pongo la equitación completamente blanca con detalles azules de  competición junto con las deportivas blancas y azules que van a juego. Me recojo el pelo en una coleta, cojo el caso y salgo.

Me dirijo a mi moto tal y como me ha indicado el entrenador. Cuando llego a ello, veo que uno de los mecánicos está ajustando los tornillos de las ruedas. Dejo el caso sobre el asiento de la moto y le hablo:

—Hola Brian, que tal va tu mañana.

—¡¡¡Eliii!!! No creía que vendrías tan pronto. Estoy poniendo a punto tu moto, pero si quieres ajustar los retrovisores, ver las ruedas que hemos puesto, es toda tuya. Hemos elegido neumáticos de suelo seco, en principio no hay previsión de lluvia, pero su a lo largo de la carrera, esto cambia, las ruedas de terreno mojado están ahí—dice señalando una estantería llena de ruedas.

—Vale Brian. Ajusto lo retrovisores y si quieres entre los dos repasamos todos los ajustes de la moto.

—Ok. Pues vamos allá Eli, empecemos.

Brian y yo, vamos revisando que todo en mi moto este apunto. Cuando estamos a punto de terminar alguien me toca la espalda. Me doy la vuelta y veo que es Mark. Esta semana he hablado poco con él, hemos coincidido en clase como siempre, pero no hemos vuelto a hablar de volver a salir, no se lo tomo en cuenta, porque me doy la vuelta y le saludo con una gran sonrisa.

—Holaaa Mark. ¿Nervioso?

—Que va, esto para mi, ya es pan comido nena.

—¿Anderson ya ha anunciado, la organización que ha hecho la administración para cada una de las carreras? —. Le pregunto con mirada interrogante

AISLING . ENTRE CENIZASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora