Había pasado unos días bastante raros, después de Acción de Gracias, por ello había decidido volver a casa de mis padres, después del incidente de Alex al menos, aunque pasara con ellos solo dos días y medio, desconectaría y haría planes con mis padres
La cabeza se me disipaba de manera constante, lo único que había conseguido distraerme hasta el día de hoy, era la compra de los vestidos para el baile de Navidad. Mi vestido me encantaba, creo que por primera vez en mucho tiempo iba a estar a la altura de los acontecimientos y sobre todo, llamaría bastante la atención de Nick, la abertura en la pierna, me hacía parecer más sexy.
Aun así, no paraba de recordar lo sucedido con Alex, me rayaba, y además su reacción la mañana siguiente, me había molestado de sobremanera. A todo esto, obviamente había que añadir a Nick, que me escribía constantemente. Me había dicho que era una heroína, por haberme hecho cargo de la situación y haber curado a Alex.
En realidad, Nick exageraba bastante con respecto a esas cosas, pero no puedo decir que sus comentarios no me hicieran sonreír. Además, él mismo se había disculpado, por el comportamiento de Alex, simplemente me dijo que la personalidad de su amigo era así, y que no tuviera en cuenta su actitud.
A pesar de todo, no podía evitar preguntarme, ¿por que Alex había aparecido con la cara así? Desde entonces, no habíamos vuelto a cruzar palabra, tampoco le había vuelto a ver, sin tener en cuenta la última carrera, claro. Desde el día de la competición, la semana había vuelto a pasar volando, creo que el tiempo a medida que pasaba más horas en la universidad, pasaba más deprisa.
No sabía porque él era así, por qué era tan distante, o porque a veces era tan borde, y no sólo conmigo sino con todo el mundo. A veces pienso que sólo habla con Patrick. Mientras sigo sumida en mis pensamientos, me llega un mensaje de Nick.
<<Te espero en mi apartamento preciosa ;)>> 19:30
<<Vale>>19:31
<<Estamos solos>>19:31
<<Perfecto>>19:32
Aquí estaba la siguiente cuestión, había quedado con Nick en el apartamento que comparte con los chicos, y no podía evitar pensar ¿si las cosas iban a ir a más? Ese pensamiento, solo hacía que volviera a recordar, su rechazo la noche que pasamos en Santa Mónica. Solo existía, una diferencia, con respecto a esa noche, él ya sabía cual era mi situación y eso me tranquilizaba. Por si acaso, las cosas se daban como yo quería que se dieran, llevaba puesto un conjunto de ropa interior, en color rosa con encaje.
Cuando llego al apartamento, me siento como una gelatina, a punto de derretirse, llamo al timbre y la puerta se abre al instante. La imagen que me recibe, es un Nick con una camiseta de tirantes, unos vaqueros viejos con algún roto. Su sonrisa se acentúa, nada más verme y no puedo evitar pensarlo, está terriblemente sexy.
Ni si quiera me da tiempo a decirle, un simple hola, puesto que me coge de la cintura, me apoya contra la puerta y me empieza a besar en pleno rellano. Todo mi cuerpo se enciende en ese instante. Me coge en volandas sin ninguna dificultad y cierra la puerta con el pie. Estoy a horcajadas encima de él. Y su aliento me susurra en los labios.
—No te imaginas las ganas que tenía de verte —su voz ronca me deja sin aliento.
Me aprieta contra él, más y más. Madre mía esto si que es un buen recibimiento. Se despega un poco y me susurra al oído.
—Tenemos toda la tarde. ve al sofá mientras voy a por algo de beber. —Me estremezco, pues cuando se aparta, una sensación de abandono inunda todo mi cuerpo.
Al momento, Nick viene con un par de cervezas, y brindamos.
—¡Por el ahora! —me dice con energía.
ESTÁS LEYENDO
AISLING . ENTRE CENIZAS
JugendliteraturTras la pérdida de su primer y gran amor, el mundo de Eli se derrumba. El amor, la amistad y la confianza serán las claves para salir adelante. Después de todo, ¿ podrá abrir su corazón una vez más?... Lo difícil será volver a empezar.