Es ella, está aquí, en sociología. No puede ser. Me siento como un idiota, girándome toda la hora de clase para mirarla, creo que ella ni siquiera ha reparado en mí, o ¿me está ignorando? ¿ni siquiera es consciente de que estamos en la misma clase?
Está preciosa tomando notas de todo lo que dice el loco del profesor White. Parece relajada, ensimismada y atenta a todo, su actitud es completamente contraria, a la que tuvo ayer, conmigo. Estoy esperando el momento adecuado para hablar con ella, después de todo, tengo muchas preguntas que hacerle: ¿por qué se fue por la salida de emergencia? ¿Por qué se fue corriendo? Estas cosas a mí no me pasan, en general la chica se lía conmigo, se queda toda la noche y normalmente quiere repetir, entonces es cuando yo tengo el control.
Por alguna extraña razón, que todavía no comprendo, no tengo el control de absolutamente nada. Me quedo esperando hasta que todos los alumnos se marchan de clase, y todavía no se ha percatado de que estoy aquí, posiblemente eso es lo peor de todo. Decido levantarme, mientras sonrío a alguna chica tonta que aún queda en clase, con la esperanza de que le dirija la palabra, pero no me interesa nadie, excepto ella. Mi atención sólo es para ella, la única de la clase que al parecer todavía no se ha dado cuenta que estoy aquí.
Cuando me levanto, voy hacia la puerta y me quedo mirándola, debo de parecer un imbécil. Veo que está recogiendo las cosas y por fin levanta la vista, sí, es igual de guapa a como la recordaba, sus ojos azules se quedan ensimismados mirándome, de arriba abajo, ¡qué descarada! Y joder, cómo me pone que lo haga de esa manera, veo cómo se lleva la mano hacia los labios, ¡buff! ¿Lo hará aposta? definitivamente la tengo que pedir su número de teléfono. Justo cuando me dispongo a acercarme a ella, una voz muy conocida me interrumpe, y me resulta de lo más molesto, no es el momento:
—Tenemos que preparar lo de esta tarde —es Nick que viene corriendo de a saber de dónde.
—Siiii, pero ¿no puedes esperar un minuto? —le digo casi suplicando.
—¿Estás de coña? Eres el favorito de todos los años y la carrera es hoy, he apostado por ti, ya lo sabes —dice mientras me guiña un ojo.
Al final me resigno y le acompaño a dónde quiera que vayamos, me doy la vuelta un segundo para mirarla, tiene las mejillas rojas. Todavía me pregunto por qué hago caso al idiota de Nick, el jueves tengo sociología, entonces será el momento adecuado para pedirle su número de teléfono.
Además, el profesor White, ha mencionado algo de hacer grupos de trabajo, si no consigo hablar con ella, me encargaré personalmente, de que nuestro querido profesor, me ponga en el mismo grupo que ella.
Mi casa parece una concentración de testosterona, definitivamente tendría que estar con la pelirroja. No sé de qué tenemos que hablar, si todos los años es lo mismo.
—¿A qué hora es? —pregunto, intentando estar en la conversación.
—Es a las ocho y media, tío, deberías saberlo ya ¿se puede saber qué te pasa? —me dice Mike con ese aire intelectual que tanto le caracteriza.
—Está así, desde la fiesta de ayer —dice Nick haciéndose el listo.
Paso de contestar a ambos, lo cierto es que desde anoche no paro de pensar en la pelirroja, ellos por supuesto piensan que no me lie con nadie, no les he querido comentar lo de ella, se ponen demasiado capullos...
—¿Es porque me lie con Joanna? —dice al fin Mike.
—¿Te liaste con Joanna? —esto me pilla por sorpresa.
—¿No lo sabías? —pregunta Mike.
—Pues sinceramente, no.
—Pensaba, que por eso estabas así.
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AISLING . ENTRE CENIZAS
Teen FictionTras la pérdida de su primer y gran amor, el mundo de Eli se derrumba. El amor, la amistad y la confianza serán las claves para salir adelante. Después de todo, ¿ podrá abrir su corazón una vez más?... Lo difícil será volver a empezar.