Cuando salimos de la noria, siento que estoy flotando. Veo que todos se han bajado, todos se ríen, excepto Carla que por su cara podría decir que no se divierte en absoluto, así que me acerco a ella.
—¿Todo bien?
—Sí, claro
Me quedo extrañada, pero decido que, si ella lo dice, será porque es así, sino lo fuera me lo diría.
—Bueno ¿qué? ¿vamos a la playa? —dice Sam.
—Es un poco tarde ¿no? — apunta Vanesa.
—Tengo una casa aquí al lado— dice Patrick y continúa—podríamos pasar la noche aquí, comprar algunas bebidas e ir a la playa.
—Lo veo — dice Sam.
—Yo también — responde Lionel.
Alex, Mike y Nick, se van a uno de los puestos de comida a comprar algunas bebidas, cuando vuelven, vienen cargados de cerveza. Las reparten entre cada uno de nosotros.
Carla no dice nada, y yo tampoco, después de todo, haremos lo que decidan todos.
—Pues que no se diga nada más, pasamos aquí la noche — dice Nick con una sonrisa.
Cuando me doy cuenta se dirige a Carla y con un simple gesto le toca la cabeza y ella se ríe, sólo espero que lo que veo no sea cierto.
Me dejo guiar por lo que deciden todos, y vamos directos a la playa. Decido descalzarme, y sentir el suave tacto de la arena bajo mis pies, inhalo un poco de aire, y respiro e inspiro ese olor a sal que inunda mis fosas nasales. El viento sopla y aletea sin mucha fuerza, pongo los brazos en forma de cruz, cuando me giro Carla me imita en la misma posición, debemos parece un par de tontas.
—Cuando dejéis de hacer el bobo venid para acá — dice Sam a lo lejos.
Cuando los observo veo como los chicos están encendiendo la fogata y que Vanessa y Kim parecen hablar de algo de interés común entre Lionel y Sam. Con un gesto con la cabeza, le hago una seña a Carla para acercarnos, y ella me sigue. Miro a Patrick, está guapísimo, con ese pelo alborotado y esa sonrisa risueña que ilumina todo su rostro. Entonces, me paro a pensar en la casa que dice que tiene, creo que muchas veces se me olvida quién es, por no decir, la mayor parte del tiempo. Un comentario me saca de mi ensoñación, y se clava en mí como una aguja.
—Bueno ¿iréis a la fiesta de Halloween? — dice Kim mientras le da un sorbo a la cerveza.
—¿Hace falta responder a eso? — dice Nick
—Entiendo que iremos todos ¿no? — dice Vanessa.
Clara automáticamente responde de manera afirmativa, yo en cambio no hago ningún comentario al respecto, había obviado los panfletos de la universidad en referencia a la fiesta de Halloween, no quería saber nada, nada. Pero me acabo de percatar que no es un tema que pueda obviar, no, teniendo en cuenta que parece ser que todos van a ir. A mi cabeza vuelven a acudir los recuerdos de Peter, no puede ser, es como si todo me arrastrara hacia él. Miro hacia el mar, ya ha oscurecido, pero ahí están las olas, que retumban sin cesar contra la playa, y no puedo evitar pensar, que las olas avanzan, pero también retroceden, y yo, acabo de retroceder. Tengo la impresión, de que los ojos se me humedecen, así que me dirijo hasta la bolsa de cervezas, todavía quedan, cojo una, sin mirar a nadie. Necesitaba beber un poco.
A medida que siguen hablando de la fiesta de Halloween las cervezas se empiezan a amontonar a mi alrededor, es como una tortura.
—¿No crees que estas bebiendo demasiado?
¿Cuánto tiempo llevaba aquí sentado en la arena conmigo? Ni si quiera me había percatado de su presencia. Me voy a llevar un trago de cerveza a los labios cuando me la quita y se la bebe.
—Mi intención no es emborracharte pelirroja— dice guiñándome un ojo.
Me quedo perpleja, mis manos empiezan a temblar, de nuevo, como en la noria, y ya no sé ni por qué es. Con discreción coge mi mano y la acaricia, eso me calma. Estoy confusa, demasiado confusa, ¿habré bebido demasiado? Mi mirada se fija en él, como si no quisiera que se borrase.
—Tengo una idea— dice Sam de repente, lo que me hace volver a la realidad.
—Uoohhh, Sam tiene una idea— dice Kim.
—Juguemos a verdad, beso o atrevimiento— dice alzando las cejas.
Sé de que va el juego, pero yo nunca he jugado, tienes que elegir entre contar algo tuyo, hacer lo que te pidan o besar a alguien que tú quieras.. Voy a por otra cerveza, me voy a levantar, pero los brazos de Patrick me atrapan de manera discreta, lo que hace que me impidan levantarme.
—No te pongas nerviosa pelirroja— dice susurrándome al oído.
—Nunca he jugado a este juego — le digo en un murmullo casi inaudible.
—Tranquila, tú vas a ser entera para mí.
Su comentario me pone roja, doy gracias de que ya sea de noche y el fuego de la hoguera no alumbre lo suficiente, estoy nerviosa.
Me acomodo cerca de la hoguera y todos nos ponemos en corro. La primera en empezar es Kim, la cual elige atrevimiento, así Sam le dice que bese a Alex y esta le pega un morreo; después le toca a Vanessa que elige verdad, y revela que una vez hizo un trío. Me quedo muerta. El siguiente es Nick, y elige atrevimiento, así que el liante de Sam le dice que bese a Carla, este lo hace sin pensárselo dos veces, en cambio el beso dura demasiado, creo yo. Me apuesto lo que quiera, a que Carla está roja. Cuando se separan, puedo percibir desde aquí su nerviosismo, en cambio Nick, está tan tranquilo. El juego prosigue y Sam acaba morreándose con Lionel. ¡Cómo no!
Mi turno llega, y elijo atrevimiento, es lo más sensato, y por supuesto me toca liarme con Patrick, como está a mi lado, se inclina hacia mí y me besa. Estoy acelerada, tengo la sensación de que no controlo nada de lo que está pasando. Y mis sentimientos están alborotados y mezclados con la cerveza. Con la cerveza y con Patrick.
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AISLING . ENTRE CENIZAS
Novela JuvenilTras la pérdida de su primer y gran amor, el mundo de Eli se derrumba. El amor, la amistad y la confianza serán las claves para salir adelante. Después de todo, ¿ podrá abrir su corazón una vez más?... Lo difícil será volver a empezar.