¿Dónde estoy? Siento una paz interior que se apodera de mi cuerpo, ahí está él, Peter está conmigo.
—Hola Aisling, estás preciosa esta mañana.—Debo de estar en el paraíso porque hacía mucho que no le veía.
—Te echo de menos.
—Yo también.
—Pero esto no es real ¿verdad?
En ese momento todo se empieza a poner negro y puedo ver una moto tirada en el suelo ¿dónde está Peter? Miro a mi alrededor, y veo su cuerpo más adelante, la imagen se vuelve difusa y la cabeza me empieza a dar vueltas, todo se vuelve negro, justo en ese momento abro los ojos, estoy empapada en sudor.
Acabo de tener una pesadilla.
Llevaba 4 días sin saber nada de Patrick, y empezaba a pensar que posiblemente las palabras que le dije, estaban fuera de lugar. Me visto a cámara lenta, pues la pesadilla de la pasada noche me provoca una pesadez enorme en el cuerpo. Cuando me miro al espejo, veo que tengo ojeras y están muy marcadas, hacen resaltar más mi pálida piel. Echo un vistazo a la habitación, veo que Carla se está desperezando. Sonrío, tiene una forma de dormir un tanto extraña, parece como si la almohada fuera su amante. Me mira.
—¿De qué te ríes? —dice mientras pega un gran bostezo.
—De tu forma de dormir.
—Bufff. Dios he soñado con el moreno de la otra noche, estaba taaaaaaaaannnn bueno.
Me río, al menos una de las dos ha conseguido dormir esta noche.
—¿Qué pasa, tu no sueñas con el morenazo de ojos verdes? – me dice mientras alza las cejas.
No quiero contestar, después de todo la persona con la que soñaba esta noche no era precisamente él.
—No sé nada de él—digo secamente, quizás más de lo que pretendía.
—Ni yo del mío, pero lo importante es lo bien que nos lo pasamos esa noche, aunque también te digo, el que lo petó fue Sam.
Jaja, él sí que sabe divertirse – apunto yo.
Me da con la almohada en el hombro de manera juguetona.
—Y nosotras también, la cuestión es...—Se queda pensando durante unos segundos—que él elije mejor.
Ahora sí que me echo a reír.
—Venga dormilona, que no quiero llegar tarde—. Le digo mientras la tiro un cojín de mi cama.
El día transcurre normal, entre clase y clase, a veces estoy por el campus, echando un vistazo a todos, en alguna ocasión diviso su grupo de amigos, pero él no está ¿qué me pasa? ¿acaso me importa? Después de todo no lo conozco de absolutamente de nada.
Unos brazos me rodean de repente, me volteo de manera rápida. Es Mark.
—¿Esperabas a otra persona chica de fuego? —dice en tono bromista.
—No, no, qué va. —digo tratando de ser lo más natural posible.
—Me estoy sintiendo ofendido. —dice señalándose a sí mismo.
—Tú no te sentirías ofendido, aunque me lo propusiera.
Se ríe, una de las peculiaridades de Mark es que su sonrisa es suave no es estridente, y eso lo hace guapísimo, porque cuando se ríe, es como el sol. Tiene un andar despreocupado, como si absolutamente todo le diera igual, pero a la vez tiene ese toque sensible que le hace especial. Me alegro de que alguien como él esté en mi escudería.

ESTÁS LEYENDO
AISLING . ENTRE CENIZAS
Novela JuvenilTras la pérdida de su primer y gran amor, el mundo de Eli se derrumba. El amor, la amistad y la confianza serán las claves para salir adelante. Después de todo, ¿ podrá abrir su corazón una vez más?... Lo difícil será volver a empezar.