Capítulo 49. Carla

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Dos días después de la fiesta de Navidad y antes de que todos nos fuéramos de vacaciones, Nick y yo habíamos vuelto a quedar, me lo había propuesto, esa misma noche y yo había aceptado.

Por una vez, no tengo duda de que ponerme. El fin de semana que había estado en casa, mi madre me había regalado un vestido azul turquesa, ajustado hasta la cintura y luego suelto. Lo combino con unos zapatos de tacón a juego, y elijo ponerme la torera blanca, es calentita, y así no pasare frio cuando me monte con él en la moto.

Me maquillo, y termino el conjunyo con el pintalabios de Eli en tono cereza, casi nunca me pinto los labios en este tono.

Voy a coger el móvil, y veo que Nick me acaba de enviar un mensaje, ya esta abajo esperándome. Cojo el bolso, cierro la habitación y bajo.

Cuando salgo por la puerta, y le veo, está apoyado en su coche en vez de su moto, está tan guapo como siempre. Lleva puesto unos vaqueros, camisa blanca con chispas negras y su chupa de cuero, solo verle me produce sonrojarme.

Me acerco a él, y según me ve viene hacia mí, me coge por la cintura, me pega a él, y nos empezamos a besar. El mundo se para, solo estamos él y yo, en nuestra pequeña burbuja. Cuando nos separamos, vamos hacia su coche me abre la puerta del copiloto, entro y cierra otra vez la puerta.

- ¿A dónde vamos?

-Es una sorpresa.

--¿Cómo?

-Si, espera y verás.

De camino hacia el sitio que vamos, y que Nick no tiene intención de decirme cuál es, comentamos la fiesta fin de exámenes y los preparativos para el cumpleaños de Eli, que es a principios de febrero. Todos estamos colaborando en la organización de todo, Eli por supuesto no sabe nada, incluso sus padres y su hermano también van a venir y ella no espera verlos. Patrick le ha hecho creer que ese fin de semana se van de viaje pero la realidad es bien distinta, no sé cómo lo hará para engañarla, pero todos estaremos en la mansión de su familia preparando todo y esperándoles.

Cuando Nick para y aparca el coche, veo que estamos en la playa, pero está parte no la conocía, parece una playa escondida entre la universidad y la ciudad.

-Nick, esto...esto es precioso ¿Por qué?

- Por ti, mereces esto y más.

En ese momento, pone su mano sobre mi espalda y me guía hasta la playa.

La vista que nos recibe es preciosa. Sobre el océano el sol se está poniendo, hay un camino de tablas de madera con pequeñas luces que llevan hasta un cenador. En él hay una mesa, preparada para cenar. Nick y yo, avanzamos por el camino hasta el cenador, me separa la silla para que me siente, me acomodo y él se sienta enfrente de mí.

Miramos la puesta de Sol, mientras que este termina de esconderse, de repente unas pequeñas luces se empiezan a encenderse por todo el cenador. En ese mismo momento, un camarero aparece con una bandeja con varios platos, los deja sobre la mesa y se va, pero a los pocos segundos aparece con una cubitera de pie, y en ella hay una botella de champán, la descorcha y nos sirve un poco a los dos, después trae un pequeño carro de cocina plateado con dos estantes. En el primero hay platos salados y en el segundo parece que hay varios mini postres. Nick le da una propina al camarero y este desaparece de nuestra vista.

Nick posa una de sus manos sobre la mía y me saca de mi ensimismamiento.

-¿Te gusta?

-Me encanta todo esto, gracias. No esperaba, que pudieras ser así de romántico.

-Bueno puedo ser romántico, pero también tengo muchas ganas de devorarte entera.

De forma inmediata, mis mejillas se sonrojan.

AISLING . ENTRE CENIZASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora