Capítulo 23. Carla

13 7 0
                                    

De vuelta a la universidad, después de un fin de semana que me ha dejado tocada, cuando Eli y yo nos bajamos del coche, Nick nos ayuda con las bolsas que traemos de las compras, mientras Eli se despide de Patrick, Nick se acerca a mí.

—¿Podemos hablar un minuto?

—Depende de para qué.

—Oye Carla...— hace una pausa— yo sólo quería disculparme por lo de anoche

—Ya está olvidado— le digo tratando de cortarle

—No, No lo está, quiero disculparme y hacer contigo las cosas bien ¿me entiendes? — me dice de manera suave.

—Lo único que entiendo, es que anoche me rechazaste por una tontería.

—¿una tontería?

—Si, eso, dejémoslo estar.

—Te lo compensaré.

En ese instante nos interrumpe Eli, para que vaya con ella a la habitación. Nick no me quita ojo de encima. Definitivamente, no entiendo nada.

Cuando subo a la habitación, una Eli algo nerviosa me dirige una mirada. Sé lo que pasa, quiere que hablemos.

—Bueno... ¿qué pasa con Nick?

—Bueno... ¿qué pasa con Patrick? — la digo imitándola.

En ese instante, nos echamos a reír.

—Con Patrick bien— su sonrisa se torna más ancha cuando pronuncia su nombre.

—¿Sólo bien? —insisto

—Bueno... quizás demasiado bien y eso me asusta.

—Vive el presente — la digo una de las típicas frases de mi padre.

—¿Y tú? ¿habéis hablado algo desde lo de la hoguera?

Mi mirada se ensombrece, ¿la hoguera? Es para echarse a reír, la hoguera fue el aperitivo de lo que pasó después, y la conversación del coche me había dejado tocada. No entendía nada de nada.

—No mucho.

—Oooh venga, no seas así, os he visto hablar ahora — sus cejas se levantan en señal pícara.

—No sé si buscamos lo mismo...

—¿Y qué buscas tú?

—Ni idea... pero ya sabes cómo es Nick o por lo menos lo que dicen de él.

—Ya... eso no me gusta— hace una pausa— oye... ¿seguro que estás bien?

—Si si... yo sólo... pensaba eso es todo— digo con una sonrisa torcida.

—Está bien... no te hago más preguntas, pero cuando quieras hablar...ya sabes donde encontrarme

Me sonríe me guiña un ojo y se lanza sobre su cama, empezando a rodar cual croqueta y cayéndose al suelo. Nos reímos, vaya torta se ha metido. 

AISLING . ENTRE CENIZASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora