Capítulo 20: Marcas, significados y propuestas. 1/2

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Si comentan en este cap les subo la parte dos de inmediato, no se me apaguen:(.

Verena

«Te tengo a mi lado.
Y eso ya es tenerlo todo»

Despierto, exaltada. Las luces del jet están apagadas, despegamos hace rato y ambos nos quedamos dormidos, estuvimos despiertos toda la noche haciendo maletas.

Miro por la ventanilla la fuerte neblina, ni siquiera se pueden ver las nubes. Si en Estados Unidos hace un frío escalofriante, no me quiero imaginar en Italia.

Marlon está frente a mí, durmiendo profundamente.

Ya no puedo soportar no dormir con él, lo extraño tanto...

Dejo mi orgullo de lado y me incorporo con mi pequeña cobija, voy, me siento en sus piernas y enrollo mis brazos en su cuello, apoyando mi cabeza del mismo.

Siento como se remueve y sus brazos rodeándome en un cálido abrazo.

—¿Pasó algo? —su ronca voz inunda mis oídos.

—Quiero dormir contigo, es que me sentía muy incómoda —lo encaro—, ¿puedo?

—Ven, idiota —vuelve a acomodarme y besa mi coronilla—. Te extrañaba.

—Yo más, cariño. Yo más.

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Vuelvo a despertar, veo que está todavía oscuro y suspiro, sólo han pasado unas horas.

Estrujo mis ojos y me estiro, dormí más cómoda en los brazos de Marlon. Está despierto, ya sentí como acaricia mi cabello.

—No pude dormir lo suficiente, necesito estar en una cama —me quejo y me siento para verlo.

—Yo sí pude dormir, y fue mejor porque al fin fue contigo, bella.

Sonrío.

—Ya te perdoné, pero por favor, tengamos más confianza y comunicación si de verdad queremos que nuestra relación funcione. ¿De acuerdo?

—Sí, perdón por no decírtelo. Es que nunca he tenido una relación seria, Verónica no cuenta.

—De hecho, sobre ese tema, creo que debería decirte algo.

Frunce el ceño.

—¿Qué sucede?

Quiero contarle lo que descubrí de su padre, pero lo mejor será cuando regresemos y que su padre esté presente en la conversación, ya que él fue el que realizó toda esa atrocidad.

Mi mirada fue a sus tatuajes y los señalo.

—¿Ya me dirás por qué te los hiciste? —cambio de tema.

—Sabía yo que venías con eso, quisquillosa.

—Quiero saber —insisto—. Necesito saber.

Suspira.

—Ninguno tienen significado alguno, como ves, solo hay de un ángel, una flor, un árbol, un tigre
—señala cada uno—. Pero sí hay uno, y fue el que me tatué aquí, en la parte izquierda de la muñeca.

Una trampa Tentadora (MUESTRA).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora