Epílogo

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Admiro desde el balcón la vista que me ofrece esta playa, el atardecer de Grecia es precioso y eso era lo que más adoraba de vivir aquí.

El clima es soleado, tropical, fresco... todo lo que uno necesita para poder pensar con claridad.

Aquí conseguí un buen futuro, hasta ya tengo mi propio trabajo, lo cual me costó mucho, pero tener una de las agencias de modelaje más reconocidas Nueva York, me hizo pensar que fue muy bueno volver.

Detallo mi anillo de rubí en forma de corazón y lo que representa, ni yo misma lo sabía hasta que mi esposo me lo dijo.

Esta vez tenía que salir todo a la perfección, ya no habían más obstáculos y estábamos preparados para ir al siguiente nivel.

Marlon mandó a hacer el anillo, y justo la forma de corazón que representa el amor eterno.

Me recuerda que no solo basta dos años de casados para saber cuánto lo amo, necesito una vida entera.

Escucho el vibrar de mi teléfono, salgo de mis cavilaciones, lo alcanzo y sonrío al instante.

Cretino

Sí, sí, sería más romántico mandarte una carta. Pero siéndote sincero, no encontré papel y me da pereza escribir a mano.

Una nota que sí pude dejar, fue en tu regalo que está en la sala.

Feliz aniversario, quisquillosa insoportable.

Río y bajo a pasos rápidos hasta la sala, lo primero con lo que me cruzo, es con el enorme ramo de rosas que está en el comedor. Esbozo una enorme sonrisa y tomo la nota que está encima.

¿En serio hoy cumplo dos años de casado contigo?

Mierda, es cierto lo que dicen algunos...

Cuando estás con la persona que más amas en el mundo, los días, los meses y los años, se convierten en minutos u horas.

Así me siento contigo, pero ya es algo que sabes, bella.

Feliz aniversario, señora Villarreal.

Doblo la nota y la dejo a un lado para oler las hermosas rosas que me trajo. Cada vez me trae ramos mucho más grandes, si cargo este, sé que caigo directamente al piso.

—Mejor no intentes agarrarlo, luego te quedas sin cabeza cuando te desplomes.

Doy un respingo y ahí lo veo, más hermoso que nunca.

El gris de sus ojos brillando más cada día, desde lejos se le notan los vellos de su barba, tiene sus shorts y camisa playera, pero me encanta más así. Mi hombre es capaz de enamorar a cualquiera con sólo una mirada.

—¿Sabes qué nuestra casa en Nueva York está repleta de flores? Nada más falta que me regales una parte del jardín de la Reina Isabel.

—Mejor no me des ideas, Verena. Porque sabes que me atrevo.

Ruedo mis ojos y me pongo de puntillas para besarlo, extrañaba al idiota este.

Se suponía que era nuestro viaje de aniversario, pero me tuve que adelantar porque él tenía un viaje de negocios, tres días sin verlo.

—Te diría que te extrañé, pero son cosas que ya sabes —se encoge de hombros.

—Tranquilo, tus actos de romanticismo me los demuestras así.

—Y eres muy feliz con eso —su mirada pasa de mis ojos a sostener mi cintura y analizar mi cuerpo de forma pícara—... Bueno, al menos puedo demostrarte cuánto me gustas mientras te quito esto.

Una trampa Tentadora (MUESTRA).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora