Marlon
«Solo contigo me atrevería a hablar de eternidad»
Le compré un anillo.
Un anillo de matrimonio.
Sí, le propondré a Verena que se case conmigo.
Estoy nervioso hasta la médula, llevo días pensando desde que el entrevistador nos hizo esa jodida pregunta. O sea, Verena Villarreal le quedaría increíble.
Quiero que esté conmigo, que sea mi mujer y sólo mía. Bueno, aunque ya lo es, pero ver que tendrá un anillo presumiendo que será mi esposa, me da mil años más de vida.
Ni siquiera se lo he propuesto y ya ando haciéndome películas, ya me parezco a ella.
Como el clima es una mierda porque es diciembre, tendré que hacerle una pequeña sorpresa en nuestra habitación del hotel, justo como ayer.
Quería que la acompañara a las tiendas, al spa y al salón de belleza, pero le dije que se fuera sola, así yo aprovecho para hacer todo y quede perfecto, porque ella es perfecta.
Luca está de acuerdo y acepta que me case con ella, a mi verdadero padre no le he dicho ni tampoco me importa. Otis está que da brincos de emoción y yo me estoy cagando en los pantalones.
Acabo de gastar quince mil dólares en un anillo, pero cuando se trata de ella, no me pesa en lo absoluto.
Marco el teléfono de Verena para saber cómo está y contesta al tercer pitido.
—Mira que sigo enojada por no querer acompañarme. ¡Quería que me ayudaras con los outfits!
—La próxima te acompaño hasta la luna y te bajo las estrellas si quieres, pequeña quisquillosa
—cierro la puerta del auto—. Tú concéntrate en ponerte bella, aunque eso no es trabajo para ti.—¿Qué está tramando, señor? No me diga que se las está cobrando por mi maldad de ayer.
—Nah, ya lo superé. Pude vengarme muy bien, no sé si lo recuerdas.
—Claro que lo recuerdo —se queda en silencio unos segundos—. De hecho, las del spa me preguntaron si sufro de abuso por tus jodidas marcas, imbécil.
Estallo en una carcajada que hasta golpeo el volante de la risa, adoro hacerle este tipo de maldades.
—¡No te rías! —se queja— ¡Mira qué a veces te quiero enterrar vivo!
—Así saben que eres mi mujer, no me vengas, te encanta que te marque y te haga mía.
—No... bueno, me encanta. ¡Pero luego me arrepiento!
—Mentirosa.
—Puede ser —suelta una pequeña risita—. Duraría todo el día hablando contigo, cariño. Pero te tendré que dejar, así como tú me tienes una sorpresa, créeme que yo también.
Humecto mis labios al hacerme una idea.
—Cuídate, me llamas cualquier cosa.
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Una trampa Tentadora (MUESTRA).
Romance«Las traiciones envenenan y provocan venganza. Y aquí no hay excepción.» Secretos, amores prohibidos, odio, amor.... Todo lo que necesitan Verena Ellison y Marlon Villarreal para complementarse. Lástima que no dura mucho el hechizo. ***** TODOS LOS...