La culpa no es buena.

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Suspiré rindiéndome ante Biología, no podía concentrarme

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Suspiré rindiéndome ante Biología, no podía concentrarme. Kim estaba en mi mente más de lo que quería admitir, no lo había visto en dos días, no había ido a la facultad.

En casa de repente escuché unos golpes en la puerta, me volví sobre la silla y vi a mi hermano entrar con una camisa y una corbata colgando de su cuello.

─¿Por qué tan formal? ─pregunté.

─La familia de Kinn nos invitó a cenar.

Fruncí el ceño.

─Creo que puedo hacer la cena.

─No, tú también irás, ya acepté. Date prisa y prepárate, tienes diez minutos ─rió mientras salía de la habitación.

─¡Porsche! ─grité─. ¿Diez minutos?

¿Cómo se suponía que iba a estar listo en diez minutos? Suspiré levantándome y abriendo el armario, saqué una camisa púrpura y unos vaqueros grises. Procedí a prepararme, lo bueno del tiempo limitado era que apenas tenía tiempo para pensar acerca de lo que podía suceder cuando
llegara a la casa de Kim.

Quince minutos más tarde ya estaba listo. Bajé las escaleras encontrándome a mi hermano parado enfrente de la puerta.

─Vamos ─me tomó de la mano sacándome de la casa, cerró la puerta y comenzamos a caminar.

Unos segundos después estábamos tocando el timbre de la casa de la familia Theerapanyakul. La puerta se abrió para revelar a Khun, el hermano mayor de Kim.

─Porsche, Porchay, entren ─abrió más la puerta permitiéndonos la entrada.

─Hola, Tankhun. ¿Dónde está Kinn? ─preguntó mi hermano.

─En la cocina ─contestó y Porsche suspiró y corrió hacia la cocina.

─¡Aguarda un momento, Kinn! ¡No es el mejor lugar! ─gritó mi hermano y Khun y yo nos reímos.

─Hombres ─suspiró.

─Gracias por invitarnos ─contesté y él sonrió.

─No me des las gracias, somos casi una
familia, de hecho lo somos ─corrigió y sonreí.

─Y tú eres como otro hermano para mí.

Tankhun se rió acariciando mi mejilla.

─Gracias, Chay, ahora vamos antes de que se acabe la comida.

Lo seguí por el pasillo hasta llegar a la cocina. Al abrir la puerta pudimos ver como Kinn y mi hermano se estaban manoseando, Macao también estaba allí, de pie junto a su hermano mayor y mirándome con una sonrisa divertida en su cara.

─Hola Macao ─sonreí─. Hola P'Kinn, Vegas ─agregué.

─¡Hola Porchay! ─gritó Kinn.

─Ya basta, chicos ─dijo Khun─. Siéntense ─ordenó severamente.

𝐌𝐢 𝐞𝐱-𝐧𝐨𝐯𝐢𝐨 𝐩𝐨𝐬𝐞𝐬𝐢𝐯𝐨 |𝐊𝐢𝐦𝐂𝐡𝐚𝐲|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora