Salvado de un ex-posesivo.

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─¿Q-qué quieres decir? ─tartamudeé por lo oscuro y peligroso que se veía en ese momento

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─¿Q-qué quieres decir? ─tartamudeé por lo oscuro y peligroso que se veía en ese momento. Él sonrió sombriamente.

─Sabes lo que quiero decir, Porchay. Estar con otros chicos es un grave error.

─Kim, ya te dije que no soy de tu propiedad ─luchaba por salir de su férreo control sobre mí─. Déjame.

─No ─sonrió con malicia.

Sin importarle nada, ni el lugar ni nadie, me agarró del brazo y me obligó a entrar a la casa, cerró la puerta y se volvió para mirarme a los ojos. Su mirada oscura me hizo temblar.

─P'Kim... ─dije calmadamente.

─Shh ─susurró. 

Me sorprendió sentir sus manos en mi trasero, de hecho mi cuerpo se sobresaltó. Lo apretó suavemente.

─Kim ─me sobresalté.

Me ignoró y apartó las manos de ahí para ponerlas por debajo de mi camiseta. Me apretó los pezones haciéndome gemir incontrolablemente.

─¿Te...? ─fue interrumpido por el sonido de unos pasos bajando por las escaleras.

─Oh, todavía estás aquí ─dijo mi hermano pareciendo un poco confundido.

Respiré con alivio por su repentina aparición, echó un vistazo a nuestras posiciones, la forma en la que Kim me sostenía, luego una sonrisa se formó en su rostro. Me quejé, ya tenía una ligera idea de lo que iba a decir.

─Siento si interrumpí algo ─caminó hacia nosotros con un traje elegante─. No sé cómo los adolescentes de hoy en día tienen tantas ganas de hacerlo a estas horas, son peores que los conejos ─agregó.

─¡Porsche! ─me alejé de Kim, sorprendido de que me dejara.

Se quedó quieto con las manos metidas en los bolsillos de los pantalones, parecía un ''chico malo'' con el cabello levemente despeinado.

─¿Qué? ─mi hermano se ofendió─. Es la verdad.

Suspiré, él no era el más indicado para hablar sobre eso.

─¿Qué quieres, Porsche? ─dije a pesar de que estuviera feliz de que me había salvado de Kim y su posesividad e ira sofocantes.

─Oh ─bajó la mirada hacia su teléfono─. Me enviaste un mensaje ─se interrumpió rascándose la parte posterior de la cabeza.

─¿Y? ─pregunté también confuso.

Sin entender de qué hablaba me acerqué a donde él estaba, oyendo un gruñido por parte de Kim, pero no le hice caso.

─Chay, ¿qué significa? ─preguntó mirándome con las cejas juntas.

Miré el mensaje antes de sonreír.

𝐌𝐢 𝐞𝐱-𝐧𝐨𝐯𝐢𝐨 𝐩𝐨𝐬𝐞𝐬𝐢𝐯𝐨 |𝐊𝐢𝐦𝐂𝐡𝐚𝐲|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora