Si indagas dentro de la mente de Doyoung, podrás encontrarlo pensando cómo carajos es que llegó a dejarse embarazar por cinco tipos diferentes... ¿o seis?
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Primer capítulo publicado: 23 de julio del 2022.
In...
Las bendiciones de Doyoung. Versión editada. Segunda parte: Capítulo 40. "Problemas en casa"
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Mark había descubierto un nuevo nivel de estrés que creyó nunca sería capaz de sentir.
Su pequeña princesa no paraba de llorar por más que hiciera de todo para ponerla feliz, Sabrina decidió que era buena idea salir al supermercado con Karina e Irene para llenar de nuevo la despensa, dejándolo a él a cargo de todos en la casa.
Gran error.
Jaemin y Jeno estaban peleando, como siempre, por una maldita crema corporal con olor a coco, Renjun se encontraba de mal humor y parecía estar a nada de querer llorar, los mellizos habían peleado al punto de llegar a golpearse, ahora tenía a un Jisung llorón abrazado a él porque se sentía mal después de haberle pegado a su hermano mayor.
Ojalá Dios le hubiese donado un poco de paciencia como la que tenía su padre.
—Jisung —habló Mark con cariño. —Ve y pídele perdón, pollito, sabes que Chenle te quiere mucho, simplemente no vuelvan a recurrir a los golpes, hablen si se sienten mal. Después, si te disculpas, les daré helado.
—¿De verdad? —sollozó el adolescente.
—Claro, yo nunca te he mentido.
El menor de los hermanos fue corriendo para buscar a su mellizo y Mark pudo respirar un poco, meciendo de un lado a otro a su pequeña que había disminuido su llanto.
—Jeno —dijo el mayor, llamando la atención de los hermanos que seguían peleando. —Esa no es tu crema, la tuya te la llevaste a casa de Jaehyun y allá se te olvidó, por favor, no peleen y dense un abrazo, Jaemin, tu aprende a compartir, nada se te va a caer con que compartas por primera vez en tu vida.
—Perdón —dijo Jaemin, arrugando la nariz.
—Perdón —murmuró Jeno, regresandole el recipiente a su hermano mayor.
—Abrazo.
—¡Mark! —dijeron al unísono.
—No veo el abrazo.
Ambos se rindieron ante la mirada de su hermano mayor y terminaron unidos en un abrazo, Jaemin cerró los ojos, acariciando los cabellos negros de su hermanito menor, sintiéndose un poco mal por haber peleado con él cuando sabía que era más pequeño, sus mentes no trabajaban al mismo ritmo.
Si algo tenían en común todos, era el hecho de que se habían vuelto muy unidos gracias a Doyoung, su padre siempre les repetía que el día que el llegase a faltar, solo se tendrían entre ellos para cuidarse. Jaemin, incluso si no era el mayor de todos, sentía mucha necesidad de protegerlos a cualquier costa, era el único de todos los hermanos que deseaba tener muchos hijos y darles la misma cantidad de amor que recibió.