31. Traumatizados.

3K 558 482
                                    

Las bendiciones de Doyoung.
Versión editada.
Segunda parte:
Capítulo 31. "Traumatizados"

¿Recuerdan que dijo "no" a la propuesta de tener otro bebé?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


¿Recuerdan que dijo "no" a la propuesta de tener otro bebé?

Bueno, amaneció sin ropa entre los brazos de su esposo. Larga historia.

No se preocupen, igual no habría ningún niño.

—Tiempo, tiempo —pidió Doyoung cuando su esposo comenzó a besar sus mejillas, logrando causar un pucherito en el. —Por dios, John, no soy una máquina, me tiemblan las piernas.

—Uno bebé, ¿Sí? —habló en tono infantil, haciendo reír al pelinegro. —Solo uno bebé chiquito.

—John, no puedo —explicó Doyoung con tranquilidad. —Ya no.

—Lo sé —sonrió. —Solo pienso que sería lindo haber podido vivir la etapa de embarazo cerca de ti. Ahora que sucedió todo esto con Mark y su mujer, veo lo difícil que pudo llegar a ser en ciertos momentos, mi corazón duele al pensar que pasaste por todo eso estando solo.

—No estaba solo, tenía a Minseok.

—Iugh, no hables de tu hermano cuando estamos así.

Antes de poder reclamar algo, la mano de Johnny se coló a la entrepierna de su esposo, haciéndolo gritar.

—¡Suh! —le regañó. —¡Fuera! ¡Renuncio!

—Nop —respondió Johnny con una sonrisa llena de maldad. —Hoy no te dejo ir, corazón.

Mala idea el haber intentado huir porque en menos de cinco minutos ya se encontraba gimiendo sobre el hombro de su esposo.

Renjun caminó con emoción al cuarto de sus padres, quería presumir que por fin había logrado hacer el desayuno sin quemar nada, pero se detuvo de golpe al escuchar un "Johnny" en letras cursivas.

Su mente, su decisión de como se veían las palabras.

Dió media vuelta, traumatizado, y decidió no regresar por lo menos en media hora más.




—🦋—



Once de la mañana y Johnny recién bajó a la cocina para poder preparar su taza de café y de paso llevarle algo de comer al exigente de su novio. No iba a admitir que bajó casi corriendo porque Doyoung lo amenazó con dejarlo en abstinencia si no le llevaba algo para recuperar energía y verse decente frente a sus niños.

—Buenos días —dijo Mark con una ceja alzada. —Ponte una camisa.

—Tengo calor —se quejó Johnny como un niño pequeño. —Ya me han visto sin camisa, no veo el problema.

—Dios mío, señor Kim —Sabrina se cubrió el rostro al notar los rasguños en la espalda de su suegro. —No sabía que el era de esos.

—Me lleva la... —murmuró John al darse cuenta de la situación y prácticamente salió disparado a buscar una camisa antes de que Jaemin u otro de sus hijos preguntase.

Las bendiciones de DoyoungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora