29. Hana.

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Las bendiciones de Doyoung.
Versión editada.
Segunda parte:
Capítulo 29. "Hana"

 "Hana"

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Bien.

¿Qué carajos estaba sucediendo?

Sabrina estaba literalmente a nada de tener a su bebé, pero se encontraba lo más tranquila posible alardeando que no sentía nada de dolor gracias a que todo el embarazo se repitió múltiples veces que no dolería, Renjun casi gritó de la emoción cuando escuchó eso empezando a explicar algo sobre la ley de atracción y Mark estaba pálido buscando por toda la casa las cosas que se suponían ya debían de estar en la maleta para el hospital, pero que no había arreglado porque era muy distraído, por no decir idiota.

En el piso de arriba estaba Jaemin saltando sobre la cama de Chenle, gritando varias veces con emoción su nombre porque se encontraba feliz de que por fin sería tío, el pobre de Jisung tuvo que ponerse los audífonos para no escuchar los "chillidos de cerdo" que emitía su hermano mayor. Luego se encontraba Jeno, hablando por teléfono con su padrino y explicando la emoción que sentía.

Pero solo Johnny pensó un poco más que todos los adolescentes y tomó las llaves del auto, caminando con rapidez para irlo encendiendo.

Renjun también puso de su parte, ayudando a Sabrina a levantarse.

—¡Ya! —gritó Doyoung y la casa quedó en completo silencio. —¡Jaemin, Jisung, Chenle, bajen que nos vamos al hospital! ¡Jeno, deja de molestar a Jungkook y Taehyung, es su luna de miel! ¡Mark! —observó a su hijo temblar y rodó los ojos. —¡Los pañales están en la habitación, por dios! ¡Dong-... Sabrina... Mi corazón, ¿Te sientes bien? Ven, vamos al auto.

La costumbre.

Los adolescentes bajaron, claramente ofendidos porque su padre les había gritado a ellos pero a la mujer de su hermano mayor no. ¡Habían dejado de ser sus consentidos! El fin del mundo se acercaba para todos.

Doyoung ignoró épicamente el drama de sus hijos y llevó de la mano a Sabrina, ayudándole a subir al auto.

Cuando llegaron al hospital, Mark era un mar de lágrimas, incluso parecía que el tendría al bebé por lo nervioso que estaba, mientras que Sabrina jugaba Geometry dash en su celular. Definitivamente la tolerancia al dolor de esa mujer era impresionante, o eso creía Doyoung.

Inevitablemente recordó el día que nació Mark, como su madre y Minseok decidieron dejarlo solo en la sala de parto mientras que el lloraba e incluso gritaba del dolor que estaba sintiendo. A pesar de todo lo que pudo haber sentido, dolor y angustia por doquier, valió la pena cuando después de descansar y ser un poco más consiente, pudo tener a su primer hijo en brazos, con su hermano mayor siendo testigo de la enorme felicidad que trajo a sus vidas.

Era nostálgico recordar como Minseok se había tomado muy enserio el papel de hermano mayor protector y padre sustituto de Mark, aún conservaba el gorrito que llevaba su pequeño bebé cuando lo bañaron y pudo sostenerlo.

Las bendiciones de DoyoungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora