08. Mi decisión.

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Las bendiciones de Doyoung.
Versión editada.
Segunda parte:
Capítulo 08. "Mi decisión"

 "Mi decisión"

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—Bien, déjame ver si te entendí —JongIn dejó de lado su cerveza y señaló a su mejor amigo. —Estás triste porque te dejó el hermano de mi bebé, a.k.a Minseok mi dios todopoderoso.

—Tu bebé tiene casi cincuenta años —murmuró John. —Extraño tanto a Doyoung, no se que hacer, tengo demasiado trabajo encima y poco tiempo para él.

¿En qué momento creyó que era buena idea tomar las riendas de una empresa que su padre casi lleva a la ruina? debió dejar todo y huir en cuanto nació Mark.

—Deberías dejarlo —dijo Yeri, entregándole un trago a su jefe. —No vale la pena seguir con él si solo llegas a dormir. Para dormir con otras personas están los hoteles.

—No —se quejó. —No más personas, solo Doyoung, solo él... Él.

Recuerda haber tomado ese bendito trago, o tal vez fue más de uno.

Y de ahí sus recuerdos son muy confusos, incluso borrosos, no tiene imágenes claras de que fue lo que hizo con exactitud. Su única memoria intacta trata sobre el despertando en la habitación de hotel, con un terrible dolor de cabeza.

¿Qué sucedió? Quiere saber con exactitud.

— 🦋 —

Era fin de semana y todos sus hijos se encontraban fuera, a excepción de Mark, incluso si Jeno lo invitó a ver un partido de básquetbol con sus amigos, este no aceptó con tal de quedarse al lado de su padre.

Ambos estaban acostados, viendo spy x family cómo por cuarta vez consecutiva. No tenían ganas de hacer absolutamente nada, solo querían permanecer ahí tirados, hasta que les diera hambre.

Estaban algo mal acostumbrados.

—Mark —habló Doyoung y su hijo rodó por la cama hasta que le pudo subir una pierna encima. El adulto simplemente se rió y observó a su hijo. —Hablemos de algo.

—¿Algo o alguien?

—John...

—No.

El adulto suspiró y cerró los ojos, centrándose más en los peinados que su hijo fingía hacerle en el cabello.

Sabía que su hijo era una persona sensible, y por ende su enojo iba a perdurar más de lo habitual, pero podía comprenderlo, John lo decepcionó tantas veces, esto último fue lo imperdonable.

—Está bien.

Se quedaron en silencio un momento, ambos tan perdidos en sus propias mentes y pensamientos confusos.

Las bendiciones de DoyoungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora