19. ¿Dónde está Donghyuck?

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Las bendiciones de Doyoung.
Versión editada.
Segunda parte:
Capítulo 19. "¿Dónde está Donghyuck?"

Johnny dejó un beso sobre el hombro desnudo de su esposo y cerró los ojos, manteniéndolo más cerca de él

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Johnny dejó un beso sobre el hombro desnudo de su esposo y cerró los ojos, manteniéndolo más cerca de él.

Había estado tan cansado después de salir del trabajo, solo deseaba acostarse un rato al lado de su pareja y dormir hasta el día siguiente.

Pero, claro, Doyoung siempre arruinando sus planes de una buena manera.

—Me gustas tanto —susurró John al pelinegro sonrojado que intentaba cubrir su rostro con las sábanas. —Mi conejito tímido.

—Déjame —se quejó. —Quiero mimir.

—Tu no me dejaste mimir cuando yo quería —dijo Johnny con una sonrisa malvada. —Mi turno.

El pelinegro hizo un puchero y una sonrisa se escapó de sus labios cuando su esposo dejó un beso en su mejilla.

Sabía que de cualquier forma Johnny lo dejaría dormir, siempre conseguía lo que quería y esta vez no sería la excepción.

Los brazos fuertes de Johnny lo envolvieron por completo y sus piernas quedaron cruzadas debajo de las sábanas, el mayor reía porque su esposo no podía moverse mucho, parecía un gusano intentando escapar de su dosis diaria de cariño. Lo sostuvo ahí mientras que lentamente dejaba pequeños besos en sus hombros, cuello y mejillas.

Claramente, como de costumbre, su burbuja de amor fue terriblemente interrumpida por uno de sus hijos. Siempre sucedía, aunque la mayor parte del tiempo eran los más pequeños porque querían dormir con su padre después de alguna pesadilla.

¿Pero Mark?

—¿Interrumpo? —preguntó el rubio, asustando a Doyoung. —Si, interrumpo.

—Para nada —el pelinegro se levantó, señalando su pijama puesta. (Si es que le podía llamar pijama a una camisa de tirantes y un pantalón viejo) —No andábamos haciendo nada. Ahora sí, ¿Qué sucede? ¿Quieres dormir con nosotros?

—Es Donghyuck —dijo con un poco de duda y su padre ya estaba acercándose a él. —Iba a su habitación para ver si me prestaba su iPad para un trabajo de la universidad, pero no está.

—Mark, son las dos de la mañana —habló Johnny después de haberse puesto los lentes para ver bien el reloj. —¿Cómo que Donghyuck no está?

—Lo busqué por toda la casa y no se encuentra por ahí, incluso en el patio, nada.

—Debería llamar a la policía, se supone que había llegado a las diez de la noche, ¿Cómo que se salió de nuevo? —murmuró Doyoung sin pensarlo mucho. —Y antes de que se les ocurra hablar les voy a decir, no me importa si mi hijo se fue a una fiesta o si se escapó con alguien, prefiero llorar porque Donghyuck se enoje conmigo por andar buscándolo con la policía a llorar porque está desaparecido. Saben como es el mundo allá fuera, estas no son horas para que un adolescente esté en la calle. Busquemos a Hyuck.

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