49. Salidas.

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Las bendiciones de Doyoung.
Versión editada.
Primera parte:
Capítulo 49. "Salidas"

 "Salidas"

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Muchas veces, con tanto ajetreo en su vida diaria, Doyoung olvidaba que sus hijos hablaban en diferente idioma gracias a las familias de sus padres.

Su pobre cerebro con trabajos entendía su propio idioma, ni siquiera sabía coreano porque su familia era inmigrantes que pasaron toda su vida en Estados unidos. Incluso podría decir que, hablar sobre sus raíces, se sentía como un poco de apropiación cultural, ya que no pertenecía del todo y mucho menos de encontraba asociado a la sociedad coreana, más allá de los apellidos.

¡Los voy a matar a todos! —gritó Jeno en español, simulando tener una pistola falsa en sus manos. —Como hace apá, piu, piu.

—Jeno —regañó Doyoung.

No me entiendes —se burló.

Te entiendo —respondió Doyoung en el mismo idioma y tono de burla. —Eres un niño, no digas esas cosas o te castigo.

Sí, papi.

Gracias, corazón.

Afortunadamente Jaehyun llegó pronto y aprovechó para regañarlo (amenazarlo) por las palabras de su pequeño, el pobre hombre comenzó a temer seriamente por su vida.

Podía manejar a su grupo de amigos y gente de dudosa procedencia, pero no sabía como controlar a cierto pelinegro, padre de su hijo, que se ponía rabioso con cualquier cosita que saliera mal.

Mira, es un niño —agregó Jaehyun con una sonrisa. —Es bastante normal. Si vas a México te mueres, los niños juegan a ser sicarios.

El sicario voy a ser yo sí le sigues enseñando eso —susurró Doyoung.

Jaehyun se retiró casi corriendo, con su hijo en brazos, dejando solo a Doyoung con Mark, quién veía la escena con los ojos entrecerrados, intentando adivinar que tanto se habían dicho su padre y el papá de su hermanito.

—Papá —habló Mark mientras seguía a su padre hasta la cocina. —¿Papá Johnny dónde está?

Por un pequeño segundo la mente de Doyoung regresó a esos tiempos donde su hijo preguntaba constantemente por su padre, incluso si tenía otras parejas que lo trataban a él como su hijo, el niño seguía insistiendo en querer ver a su papá.

Sí, tal vez nunca le dejaría de doler.

¿A su madre aún le dolería el no haber podido traer a Minho de vuelta en su vida?

—Está trabajo, corazón, tuvieron un pequeño error en la empresa y necesitan solucionarlo —Doyoung buscaba entre las cosas del refrigerador su jugo, o bueno, eso hasta que encontró una nota del maldito de Nakamoto diciendo que había estado muy bueno el jugo.

Las bendiciones de DoyoungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora