EL CELOSO DE MI SUEGRO (+18)

Entrada rosa

Narra Diego:

Víctor cubriéndose la cara torpemente con una mano avergonzado y sonrojado era excesivamente sexy, sentí que me iba a estallar la polla escuchando su respiración agitada y sus gemidos contenidos.
Su ano era rosado y no tenía pelos, tras meterle la lengua me puse lubricante en dos dedos y los introduje lentamente.
Su interior era cálido, húmedo y estrecho, sentía sus contracciones cuando movía mis dedos en busca de su próstata.
-Ah, Di-diego, ahí- introducí otro dedo y empecé a repiquetear sobre su próstata, era del tamaño de una nuez.
-Diego, para, metemela ya o me vendré antes de tiempo...
-Vente ahora y me aseguraré de que te vengas de nuevo...
-Ah, no, la quiero ya dentro, por favor.
-Si me lo pides así no puedo negarme.
Me puse el condón y eché más lubricante en su entrada, coloqué la punta y la metí de una estocada, su espalda se arqueó y emitió un fuerte gemido.
-Ah, joder, más suave.
-Lo siento Víctor, ahora me moveré más lento- empecé a sacarla y a meterla lentamente. Quería follarlo como un animal pero no quería dañarle y oír sus gemidos de placer me compensaban.
-Diego... metemela tan fuerte y tan rápido que olvide todo por un momento.
-Te voy a follar tan duro que solo tendrás ojos para mí hasta que pierdas la conciencia.
Empecé a moverme más fuertemente dándole bien duro en la próstata.
-Me gusta mucho, más...- gimoteaba Víctor babeando sonriendo con ojos llorosos.
-Lo haremos las veces que quieras...
-Te siento muy profundo, creo que me voy a venir...
-Yo también- finalmente me vine y él al sentir mi cálido semen llenándole se vino junto a mí.
Parecía agotado.
-Has estado muy bien Leo...- entonces tras llamarme por el nombre de mi padre se quedó tan pancho y se durmió.
Me dolió como una patada en las bolas que me llamase Leo después de todo, pero no me enfadé con él, lo limpié como pude y me dormí a su lado abrazándole.