Jugando al escondite

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Narra Víctor:

Pasó el tiempo y con ello varias citas con Diego, me encantaba salir con él, a parte de haber tenido sexo también habíamos hablado y nos habíamos divertido juntos, conociéndonos el uno al otro.
Cada vez me acordaba menos de Leo, de hecho mi nueva obsesión ahora era Diego.
A veces solo quedábamos para darnos besos por la cara y abrazarnos en silencio.
Estaba llegando el final del verano y Diego me propuso algo muy atrevido.
- En la casa de mi padre me dejé unos juguetes escondidos y hoy no va a estar en casa, tiene asuntos importantes...
-Eh...¿Estás sugiriendo que tengamos sexo allí?
-Puede que sí.
-Pe-Pero ¿y si tu padre llega a casa?
-Tranquilo, lo que tiene que hacer le va para largo e iremos justo en el momento que salga, esperaremos escondidos y cuando salga entramos.
-No sé Diego, me da un poco de miedo.
-Porfiii- me puso ojitos de cordero y morritos, bueno, la verdad es que la adrenalina me excita...
-Está bien, espero que no nos pillen.
-Gracias Víctor, eres el mejor- dijo abrazándome y zarandeándome de un lado a otro.
-Ya... me vas a espachurrar.
-Perdón perdón.
Nos dirigimos a casa de Leo y nos escondimos detrás de unos matorrales.
-Ya sale- dijo Diego sonriendo con sus dientes perfectamente blancos destelleando con la luz del sol.
Una vez cogió el coche nosotros nos dirigimos a su casa y Diego sacó las llaves para entrar.
-Tengo unas esposas preciosas para tí si te gustan.
-Me encantan ¿me va a llevar preso señor policía? He sido malo...
-Recibirás el castigo que te pertenece, y yo me tomaré la justicia por mi mano...

EL CELOSO DE MI SUEGRO (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora