EL CELOSO DE MI SUEGRO (+18)

Luz diurna

Narra Emma:

Tenía la cabeza como un bombo, estaba asqueada y la boca me sabía a alcohol, la luz me dañaba la vista y me costaba abrir los ojos.
Fui recuperando la conciencia y fue entonces que sentí que algo cálido me sujetaba la mano, me incorporé tan rápido que me mareé y caí de nuevo sobre la cama, pero me dió tiempo a ver que era Leo quien sostenía mi mano con fuerza pero suavemente.
Un montón de recuerdos se juntaron en mi mente, me empezó a dar mucha angustia, quería vomitar pero si soltaba a Leo se despertaría y tendría que enfrentarme a una situación incómoda.
Él se había dormido en el suelo solo por mí, no me odiaba... De hecho en mis recuerdos borrosos él había sido más cálido y amable de lo que nadie lo había sido en mi vida conmigo, mi corazón empezó a bombear la sangre muy fuerte y rápido mientras observaba a Leo, que a pesar de que despierto intimidaba, estando dormido era incluso adorable.
Me dió una arcada muy fuerte y me levanté corriendo buscando el baño, ahí me dí cuenta de que esa no era mi casa y no sabía donde estaba el baño.
Leo se despertó rápidamente, me iba a decir algo cuando dije mis últimas palabras antes del cataclismo.
-Voy a vomitar...- él vino corriendo hacia mí para llevarme al baño, pero era tarde, fui corriendo hacia la ventana y lo eché todo, vomité tan fuerte que mis ojos lloraban.
-Tranquila, ya está...- dijo sosteniéndome el pelo con sus manos y apartándome mechones de la cara.
-Lo siento... lo siento mucho- y seguí vomitando, que vergüenza, no quería que me viese así, seguro que le daba asco, aunque él me miraba con lástima y ternura.
-No lo sientas, échalo, relájate.