Luna de miel 2

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Narra Víctor:

Diego y yo ya sabíamos desde hacía tiempo donde queríamos ir para la luna de miel si nos casábamos, a Japón, veríamos templos, antiguos edificios, espacios culturales y lugares especiales con temática de anime.
Residiríamos en una casa tradicional japonesa, una minka.
Por cuestiones del destino, tanto a Diego como a mí nos había llamado la atención Japón y su cultura desde siempre.
Ambos estábamos tan emocionados que el largo viaje se nos pasó enseguida, una vez llegamos a nuestra residencia pusimos las maletas a un lado y tras besarnos empezamos a cotillear juntos toda la casa.
Tenía puertas corredizas, terrazas que rodeaban la casa, tatamis, decoración japonesa, la mesa típica donde comen metiendo las piernas debajo... Y en el dormitorio la típica cama que se encuentra en el suelo.
-Propongo que la estrenemos ahora mismo- le dije a Diego.
-Como gustes- nos reímos y empezamos a besarnos.
Nos tiramos a la cama y nos desnudamos rápidamente.
-No uses condón, quiero que me folles y me llenes de leche como si fueses a preñarme.
-No sabes lo feliz que me hace escuchar eso.
Él me agarró de las piernas y las pasó por encima de sus hombros.
-¿Qué vas a hacer?- me sonrió y, agarrando mis nalgas con sus fuertes manos, las separó e introdujo su lengua en mi entrada- ah~ no, Diego, no me he lavado aún.
-No te preocupes, también me gusta tu sabor natural- afirmó separándose para luego lamer en círculos los alrededores de mi ano.
Sentí una contracción en mi interior y un escalofrío que me arqueaba la espalda.
Introdujo dos dedos y los movió hasta golpear mi próstata.
-Ah~ Diego, no más, me voy a correr.
-Mi objetivo en esta luna de miel es hacer que te corras hasta que tengamos que volver, correte y haré que te vengas de nuevo, una y otra vez...
-AH~ - me corrí y el líquido seminal llegó a salpicar mi cara.
-Eso fue rápido- bromeó para avergonzarme, bajó mis piernas y y me senté de cara a él encima de su regazo.
-¿Yo rápido? Espérate a follarme el culo, a ver quien acaba antes.
Me levanté arrodillado lo suficiente como para poner su enorme miembro en mi entrada y dejarme caer para introducirlo.
-Ah~ Víctor ve con cuidado, te vas a lastimar.
-Tranquilo amor, yo controlo.
Y así pasamos casi toda la luna de miel, follando una y otra vez cuando no estábamos haciendo turismo. Pero de un modo u otro siempre nos demostrabamos el amor mutuo que sentíamos.

EL CELOSO DE MI SUEGRO (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora