EL CELOSO DE MI SUEGRO (+18)

Pantalones

Narra Emma:

Tras el resultado de la reunión Leo estaba eufórico, y yo también, al fin iba a poder dejar la mafia y encontrar un trabajo más seguro en el que sería más feliz.
-Me alegro tanto por tí - dije abrazandolo una vez nos encontrábamos en la calle de vuelta a casa.
-Yo también estoy muy feliz, muchísimas gracias Emma, sin tí esto nunca habría sido posible.
-No digas tonterías, claro que sí. Te amo Leo.
-Y yo a tí Emma.
Empezamos a besarnos apasionadamente y él me cogió en brazos. Iba muy guapo, esa noche ya refrescaba y llevaba un abrigo negro largo, le daba un aire sexy y misterioso.
-Cariño estoy tan empalmado que duele ¿y si follamos?
-Tranquilo amor, ya estamos llegando a casa, en cuanto lleguemos te dejaré seco.
-Las calles estás tan vacías y aquel callejón tan oscuro Emma...
-¿Estás sugiriendo hacerlo en la calle?
-Si no quieres no, pero si sí llevo condones en el bolsillo.
-¿Siempre llevas condones encima pervertido?- dije bromeando.
-Sólo cuando estoy contigo Emma.
-En ese caso está bien, pero trata de cubrirme mientras lo hacemos, y si aparece alguien salimos cagando leches.
-Me parece perfecto, nadie excepto yo te va a ver desnuda.
Fuimos cogidos de la mano hasta el callejón. Él me besó poniéndome contra la pared y rodeandome con sus fuertes y venosos brazos.
-¿Le tienes mucho cariño a estos pantalones?
-Ninguno ¿Por?
-En ese caso ya te compraré yo otros- entonces rompió mi pantalón por la parte del coño.
-Así me aseguraré de que nadie vea nada- empezó a masturbarme con sus alargados dedos, me frotaba por fuera y al mismo tiempo los introducía y sacaba de mi interior.
El hecho de estar en la calle aumentaba mi adrenalina a mil.
-Estás muy húmeda Emma ¿te excita que nos puedan pillar?
-No es eso, ah~ es sólo por saber que tu pene va a entrar en mí, ah~
Él me levantó el culo con sus brazos, mi espalda estaba contra la pared y mis piernas rodeando su cintura, él me besó por el cuello y después en la boca.
-Te la voy a meter de pie, si te duele dímelo- yo le sujeté con los brazos rodeando su cuello y él se puso el condón.
Noté como colocaba su punta en mi entrada, entonces me resbalé y su pene entró entero en mi interior de una sola estocada.
-Ah~