Diosa

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Narra Leo:

La vista que me ofrecía Emma tenía un valor incalculable, no podía creer que estuviese haciendo el amor con una diosa como ella.
Bendecía todos mis sentidos, sus suspiros y gemidos acariciaban mi oídos, su piel es la más suave que jamás he acariciado, su sabor y olor únicos y llenos de dulzura sin llegar a empalagar, su expresión de excitación resaltada por su piel sonrojada...
Además su coño cálido y suave me absorbía cada vez más hacia su interior. Era tan húmedo que ni lubricante nos habría hecho falta realmente.
-Se siente genial estar dentro de tí Emma.
-A mí también me gusta sentirte ahí dentro.
Su respiración se aceleraba al compás de la mía y sentí que iba a perder el juicio, quería follarla cada vez más duro y rápido, me volvían loco sus expresiones de placer al golpear su vagina con mi pene.
-Ah Leo, sigue así, me gusta...
Seguí así, manteniendo la posición y el ritmo.
-Emma, si sigues succionando así me voy a venir ya.
-Yo también voy a llegar Leo.
Ambos llegamos al orgasmo y nuestros gemidos sonaron como uno solo. Mi semen se disparó dentro del condón.
Agarré el condón de la base para que no se saliese y saqué mi pene de su interior.
Después abracé a Emma y le dí un beso en la frente.
-Eres espectacular Emma.
-Tú tampoco estás mal- dijo bromeando y riendo ligeramente.
-¿Te sientes bien?¿No me he pasado?
-Estoy bien Leo, no te preocupes tanto, lo he disfrutado mucho.
-Me alegro de que te haya gustado princesa, lo haré siempre que quieras encantado.

EL CELOSO DE MI SUEGRO (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora