Narra Diego:
Tras la exitosa reunión me dirigí con Víctor hacia su casa, pasaríamos la noche allí juntos.
-Víctor...
-¿Sí?
-Estoy tan feliz por como ha ido todo que... tal vez podríamos probar eso que querías esta noche...
-¿Qué cosa?- dijo sonriendo como si no supiese de lo que estaba hablando.
-Ya sabes a que me refiero, no me hagas decirlo en voz alta, me da vergüenza- creo que me puse rojo al decir eso.
-¿Te refieres a que yo sea el activo?- preguntó entusiasmado, parecía que realmente no se lo esperaba.
Yo asentí en silencio.
-Si no quieres hacerlo no tienes...
-Sí que quiero- dije interrumpiendo sus palabras.
-En ese caso te prometo que lo haré lo mejor posible, no tengas miedo. Solo gemirás de placer, no te haré daño.
-Eso ya se verá.
Llegamos a casa y empezamos a besarnos y a manosearnos, los preliminares de siempre, solo que esta vez Víctor tomó el mando.
-Ponte de espaldas y levanta un poco el culo Diego, voy a empezar a dilatarte- un chorro de lubricante frío cayó en sus dedos y después en mi entrada, mi corazón iba a mil por hora.
Cuando ví el enorme bulto que él tenía en sus pantalones empecé a arrepentirme de haber aceptado.
-Diego, tranquilo, estoy aquí- dijo para tranquilizarme besándome la nuca, un escalofrío recorrió mi espalda.
-Voy a introducir dedos poco a poco, por ahora meteré uno y tantearé el terreno ¿vale?- yo solo asentí.
Al principio me dio un poco de sensación de ganas de cagar, era extraño sentirlo ahí dentro, entonces tocó algo que aunque me producía una sensación extraña era tremendamente agradable y placentero.
-Ah~
Me tapé la boca con la mano avergonzado de aquel raro gemido.
-He encontrado tu próstata, no te avergüences cariño, deja salir tus gemidos- él empezó a masajear mi próstata y mi polla temblaba.
-Ah~ Víctor, se siente muy extraño.
-Te acostumbrarás, lo importante es que no te duela.
-No quiero venirme aún.
-Diego, vente las veces que necesites, haremos pausas si es necesario. Estás bastante dilatado, voy a ir introduciendo más dedos.
Él introdujo otro dedo y empezó a moverlos, no pude más y me corrí.
-¿Quieres que paremos?
-No, sigue...- me daba vergüenza pero al mismo tiempo estaba muy excitado, me había corrido y ni me había tocado el pene, mi culo se movía en sus dedos queriéndolo aún más profundo.
Introdujo dos dedos más de golpe, ahora eran cuatro.
-Ah~ Joder, Víctor, vas a hacer que me corra de nuevo, y quiero sentir tu pene en mi interior.
-No quiero hacerte daño tu primera vez, estás nervioso y aún puedo dilatarte un poco más- extendió su mano a su mesilla de noche y sacó un curioso objeto.
-Esto es un dilatador anal.
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EL CELOSO DE MI SUEGRO (+18)
RomanceYo era una universitaria con una vida normal y aburrida, virgen y poco fiestera ... Pero todo cambió cuando conocí al que sería mi novio y a su padre. Al principio pensaba que su padre me odiaba y no quería que estuviese cerca de su hijo, pero final...