EL CELOSO DE MI SUEGRO (+18)

Sólo la luna

Narra Leo:

El único testigo de nuestra aventura romántica e ilegal era la luna ,que se reflejaba en los grandes y preciosos ojos de Emma, más brillantes que las estrellas.
Su cuerpo resbaló y mi polla entró entera de una estocada.
-¿Estás bien? Perdona no quería ser tan brusco.
-Estoy bien Leo, me gusta sentirme tan llena de repente.
Yo sabía que era posible que algo de daño le hubiese hecho ya que su interior se había contraído apretando bastante más mi pene de repente.
-Voy a esperar un momento a que te acostumbres, después me moveré- lamí la punta de mis dedos y pasé mis manos por debajo de su camiseta para jugar con sus pezones.
-Ah~ Leo, me dan cosquillas en los pezones.
-Pero son cosquillas placenteras.
Me acerqué a su rostro y nuestras narices se rozaron mientras nuestra respiración se acompasaba. Y como si fuésemos imanes no podíamos evitar acercarnos hasta que nuestros labios se juntaron y nuestras lenguas empezaron a bailar acariciandose entre sí.
Mi polla iba a estallar, no podía contenerme más ante su belleza.
-Princesa voy a moverme ya.
-Me parece bien.
Mis manos la agarraron fuertemente de las caderas, era tan suave que sentía que en cualquier momento se escurriría de mis manos como la arena más fina.
Sus brazos rodeaban mi cuello y se apoyaban sobre mis brazos.
Su interior era cálido, húmedo y suave como toda ella, apretaba mi pene sin llegar a hacerme daño, era perfecta.
-Si no estuviésemos en la calle juro que te arrancaría toda la ropa- murmuré en su oído como pude.
-Me encantaría, ah~
Mi pene latía ahí dentro y sus piernas temblaban un poco, pasaría toda la vida en su interior.
Empecé a acelerar y al ver que sus gemidos aumentaban justo cuando tocaba un punto, así que seguí insistiendo ahí rozando con mi polla una y otra vez, cada vez más fuerte.
-Leo... si sigues así me voy a venir.
-Vente cariño, yo también me vendré.
-Ah~
Finalmente me corrí llenando mucho el condón y ella al sentirlo también llegó.