Narra Emma:
Luca me invitó a su cumpleaños en su casa, no me hacía mucha gracia debido al extraño comportamiento que tenía últimamente, sin embargo tuve que ir porque por un lado me sabía mal por él y por otro lado quedaba muy mal no aceptar, ya que yo era una de sus pocos amigos.
Llegué a su casa con un regalo entre los brazos y él me abrió sonriente la puerta.
-¡Emma! Me alegro de que hayas venido, no hacía falta ningún regalo.
-Claro que hacía falta ¿dónde lo dejo?- él me señaló una mesa, al entrar me dí cuenta de que aún no había venido nadie.
Miré la hora por si me había equivocado y había llegado antes, pero era al contrario, yo había llegado bastante tarde.
-¿Y los demás?
-Pues... mis padres no podían venir hoy y los demás de momento no se han presentado-me daba bastante lástima en aquel momento.
-Vaya, no te sientas mal, seguro que llegan tarde o les ha surgido algo importante.
-Sí, bueno... tranquila no me importa, tú has venido y con eso ya es suficiente.
-Sí, lo pasaremos bien de todos modos.
Nos sentamos a la mesa a comer aperitivos y empezamos a hablar de nuestras cosas, él no parecía dolido por el hecho de que no hubiesen venido sus amigos.
-Perdona, tengo que ir al baño, no me gusta ir al baño de casas ajenas pero me duele la barriga.
-Claro, está al final del pasillo- fui al final y allí había una puerta a cada lado, abrí la derecha y aquello no era el baño, a pesar de ello no pude evitar ver todo lo que había allí dentro.
Un montón de fotografías con mi cara se encontraban esparcidas por las paredes, el suelo, un escritorio e incluso una cama. Me metí en silencio y cerré la puerta detrás de mí. Cada vez me encontraba peor, me dolía la barriga y me sentía mareada.
Me acerqué a su mesa llena de papeles, papeles llenos de mi información personal, mis horarios, todo lo que le había contado sobre mí...
Al lado de un cutter ví una libreta, que resultó ser un diario, abrí una página al azar y leí una asquerosa fantasía sexual que tenía Luca conmigo junto a un pequeño mechón de mi pelo, que debía haber cortado en un despiste mío.
-Cotillear en casas ajenas es de mala educación ¿no crees, Emma?
ESTÁS LEYENDO
EL CELOSO DE MI SUEGRO (+18)
RomanceYo era una universitaria con una vida normal y aburrida, virgen y poco fiestera ... Pero todo cambió cuando conocí al que sería mi novio y a su padre. Al principio pensaba que su padre me odiaba y no quería que estuviese cerca de su hijo, pero final...