EL CELOSO DE MI SUEGRO (+18)

Disculpas

Me incorporé lentamente en silencio, me estaba muriendo de vergüenza.
-Leo... lo siento, no pude contenerlo más.
-No importa Emma, no te preocupes por eso, siéntate, te traeré algo de agua.
-Muchas gracias, limpiaré todo el estropicio...
-Deja de decir tonterías y túmbate, ahora vuelvo.
Me quedé observando la habitación de Leo, la cama era grande, no entendí porque Leo no se había acostado en la cama, puede que le diese corte, la habitación también era muy amplia, todo estaba limpio y ordenado, parecía de una habitación de catálogo.
Leo entró a la habitación con un vaso de agua helada.
-Toma, bebe- mientras bebía pensaba en qué decir una vez tuviese la boca vacía, quería volver a agradecerle pero no quería ser pesada. Finalmente empezó a hablar él.
-Bueno... siento lo que te ha hecho Diego, cuando hace estas cosas no parece mi hijo- ¿el pobre se estaba disculpando?
-Ay, no, por favor, no te disculpes, la única que debería disculparse aquí soy yo, vaya jaleo que he armado, además te estoy muy agradecida, ayer me defendiste, me has llevado hasta tu casa para que descanse y encima has dormido en el suelo... lo siento tanto...
-No te sientas mal, yo solo lo hice porque quise, no me pediste nada.
-¿Hay algo que pueda hacer para agradecerte? A parte de limpiar todo lo que he manchado.
-No vuelvas a disculparte o agradecer Emma, no te preocupes por nada, yo me ocuparé de todo, tú solo mejórate y quédate aquí hasta que te encuentres mejor.
-Eso sería abusar de tu amabilidad, deja al menos que limpie mi vómito, luego me iré...
-Anda calla boba, no puedo dejarte ir así, te has vomitado encima, no querrás que te vean así ¿no?
Levanté la mirada hacia un espejo de cuerpo entero que tenía en la habitación, era verdad, vaya pintas de zombi llevaba entre el pelo despeinado, la cara de borracha ojerosa con los ojos hinchados de tanto llorar y la ropa sucia y vomitada.