EL CELOSO DE MI SUEGRO (+18)

Encerrados

Narra Víctor:

Mi corazón bombeaba tan rápido que pensé que me iban a escuchar, Diego estaba también muerto de miedo a mi lado.
Escuchamos las pisadas de Leo entrando a la habitación y echando algo sobre la cama.
-Emma, estás buenísima- resulta que lo que llevaba en brazos y había echado a la cama era Emma.
-Leo, atrevido, ven a mí...
Los muelles de la cama resonaron y el colchón se hundió chafándonos aún más.
-Ah Leo, si sigues lamiendo así me voy venir.
-Puedes venirte las veces que quieras, volveré a provocarte.
Escuchar a Leo teniendo sexo con una era muy incómodo y doloroso emocionalmente, sin embargo en ese momento sólo me preocupaba no hacer ruido al respirar.
-Te tengo que dilatar bien, esta vez te la voy a meter entera.
-Quiero que me llenes entera...
-Voy a coger lubricante- escuché como abría el cajón.
-¿Dónde cojones está?- se quejó Leo sin saber que lo tenía Diego en su mano debajo de la cama donde iba a follar con Emma.
-Espérate amor, creo que tengo otro en el baño de repuesto.
-Pero estoy ya muy dilatada ¿no puedes ponerlo así?
-No quiero hacerte daño tu primera vez, las demás si quieres lo intentamos, será un segundo.
Tras la salida de Leo de la habitación se hizo por unos segundos un silencio, hasta que él llegó de nuevo.
-Lo tengo- pero entonces a Leo se le escapó de las manos y cayó al suelo, y justo cuando se agachó a recogerlo miró debajo de la cama.
-¿¡Qué mierda!?- Leo nos había visto a los dos, a su hijo con traje de policía y yo semidesnudo.
-¿Qué sucede Leo?- preguntó Emma horrorizada.
-Tápate Emma, y vosotros salid de ahí ahora.
Primero salió Diego rojo como un tomate y a él le seguí yo, que me tapé la parte de abajo con un trozo de sábana que colgaba.
-¿Víctor?¿Qué narices haces con mi hijo?
-No es lo que parece padre...- empezó a decir Diego cubriéndome con su espalda para protegerme.