EL CELOSO DE MI SUEGRO (+18)

El castigo

Narra Leo:

Me llevó a su casa y me sentó en su cama.
-Siéntate ahí, si te mueves te daré unos cuantos azotes en el culo.
Salió de la habitación y entró con una caja negra, la abrió y echó bruscamente su contenido sobre la cama.
Al verlo realmente me asusté.
-Querías saber lo que era ¿no? Un traje de maid, un tanga con espacio para el pene, una correa, orejitas de gato y esto...- dijo sosteniendo una especie de palo metálico, era fino y con bolitas.
-¿Qué es eso?
-Un dilatador de uretra- el alma se me cayó al suelo y no pude evitar distanciarme de Emma unos metros por instinto de supervivencia.
-Si te da miedo no lo usaremos, no te alejes.
-Está bien ¿Quieres que me ponga esto?- dije con todo en las manos.
-Sinceramente me haría muy feliz verte con eso puesto, pero si no quieres no puedo obligarte...- puso morritos y carita triste.
-¡No! Está bien, lo haré- me arrepentí nada más decirlo, que ella me viese con eso puesto me daba vergüenza.
Me metí en el baño para cambiarme, daba rápidas miradas al espejo porque me daba vergüenza verme así, el traje de maid me venía muy ajustado, el tanga se metía en la raja de mi culo y mantenía mi paquete algo apretado, y llevar una correa y orejitas me hacía sentir sumiso.
Pero lo peor de todo era que estaba muy empalmado, y no sé si eran los nervios por verme así vestido o porque Emma esta vez era la dominante y yo el sumiso.
-¿Sales ya?- llevaba mucho tiempo en el interior del baño pensando si salir o no.
Finalmente salí y Emma no pudo evitar reírse al verme.
-Al menos no te rías.
-Perdona amor, estás muy guapo, es sólo que no me tienes acostumbrada, me encanta...- afirmó poniendo una expresión lujuriosa.