EL CELOSO DE MI SUEGRO (+18)

Desconfianza

Narra Leo:

Ya sabía que Emma podía tener tanto amigos como amigas y que se podía ver con ellos cuando quisiera.
A pesar de ello, ese tal Luca no me transmitía ninguna confianza, estaba convencido de que había estado coqueteando con Emma aunque ella creía que sólo eran halagos normales y además seguro que intentaba entrarle.
Yo confío plenamente en Emma, pero me daba miedo que ese imbécil intentase algo con ella o le hiciera daño, hay mucho loco suelto y ella es muy inocente.
Decidí seguirla a escondidas para asegurarme de que no le sucedía nada malo y llegaba sana y salva a casa, sé que no está bien y ella ya es mayorcita, pero mi miedo a que le suceda algo me controla.
Sé lo asquerosos que son los hombres y el mal que pueden llegar a hacer.
Él vivía en una finca y bajó para abrirle y subir con ella.
Ví como la saludaba y le daba dos besos, con esa cara de pervertido...
Después desaparecieron de mi vista y mientras se cerraba la puerta ví como le pasaba un brazo por la espalda.
-Mierda, joder.
No podía quedarme allí de brazos cruzados. Ví una cañería que llevaba a los balcones, no sabía si resistiría mi peso pero me arriesgaría.
No había casi nadie por las calles a aquellas horas, estaban haciendo la siesta.
Tras esperar el tiempo suficiente como para que ya hubiesen llegado empecé a escalar y mirando disimuladamente balcón tras balcón, hasta que al final los ví sentados en una mesa.
Me metí en el balcón arrodillado escondiéndome en una esquina.
-¿Quieres tomar algo o empezamos el trabajo?
-Empecemos ya, aunque si quieres tomar algo me espero.
-No, que va, empecemos.
Inesperadamente él se comportó bien con ella y en ningún momento noté que le echase los tejos.
-Buf, tanto trabajo me está mareando ¿Te apetece salir un rato a la terraza?
-Sí, ya se me está nublado la mente.
Nada más escucharlo salté del balcón a la cañería, pero esta vez esta no resistió y se rompió y dobló, quedé colgando de ella y rezando para que no se rompiese.
-Mierda.
-¿¡Qué cojones!?- escuché gritar a Luca.
-¿¡Leo!?- le siguió Emma.
-Eh... hola, buenas, encantado de conocerte Luca.
-¿Qué cojones haces aquí Leo?- preguntó ella enfadada- madre mía te vas a caer.
-Voy a poner un colchón abajo Emma, llama a emergencias.
-No chicos, tranquilos, voy a volver a balcón- intenté moverme en la cañería pero esta se dobló más.
-Quédese quieto, voy a ponerle el colchón abajo por si acaso, la ayuda vendrá rápido.
Emma llamó a emergencias y Luca puso el colchón abajo.