TRECE semillas de fragaria

587 69 71
                                    

POV Omnisciente

-¿Y? - preguntó Bakugou a la chica pelinegra que se había quedado en silencio luego de narrar a grandes rasgos su encuentro con el Heteróclito. -¿Una escama negra?¿Acaso es un pescado el desgraciado o qué mierda?

La chica se gira mirando al rubio ceniza unos segundos para luego abrir uno de los cajones de su escritorio sacando un recipiente pequeño y dejándolo encima.

- Eso pensamos a primera vista, pero es más una especie de piel muy dura casi como piedra. - El oji rubí se acerca algo desconfiado al escritorio viendo aquél objeto encerrado moverse y chocar contra el vidrio.- Debe ser parte de la piel de ese monstruo que quedó incrustada en la carne de mi madre cuando la atravesó con su brazo.

- ¿Qué mierda hace?

- Busca a su dueño.

Rápidamente ambos se miraron, uno con ojos sorprendidos ante la respuesta y la chica solamente asintiendo con su cabeza.

- ¿Cómo lo sabes? - Preguntó Katsuki algo asombrado tomando aquél recipiente, mirando como al girarlo éste no cambia la dirección definitivamente sabía donde estaba su dueño.

- Lo deduje por aquél encuentro, se veía la silueta del monstruo alejarse y esa cosa... - La pelinegra apunta al objeto que el rubio tenía en sus manos. - No importa a donde fuéramos siempre choca en la misma dirección en que el Heteróclito había desaparecido.

-Entonces, ¿Todo este puto tiempo tuviste básicamente una brújula que te apunta a ese desgraciado y no lo has buscado? - Bakugou estaba asombrado por la forma tan tranquila en la que la chica habia decidido simplemente ignorar aquello tan importante.

La chica suspira algo frustrada ya que sabía que el chico le recriminaria el tener aquello y no usarlo, toma el puente de su nariz intentando buscar las palabras para explicárselo.

- He perdido muchas cosas en esta vida, y ese monstruo me quitó dos de las más importantes. - O almenos eso creyó todo el tiempo. - Ahora lo que más aprecio es mi tripulación. Cada una es importante y no pienso arriesgar sus vidas.

El chico simplemente bufó por lo bajo mirando nuevamente aquél extraño objeto a detalle, para él era increíble como las personas se encariñan y pierden grandes oportunidades por esa tontería.

- Entonces, ¿Me lo das? - Agitó ligeramente el objeto en su mano y la chica confirmó aquello con un movimiento de cabeza y restandole importancia con su mano.

- Ya no quiero tener nada que ver con ese monstruo.

Bakugou sonríe triunfante y guarda su nuevo objeto en el bolsillo, allí recuerda que la chica obtuvo más sangre del demonio que el moribundo de Tomura.

- ¿Obtuviste algún poder?

La chica lo mira nuevamente en silencio unos segundos, debatiéndose internamente qué tanto podía decirle.

- Sí. - extiende su mano en la mesa, su antebrazo comienza a brillar expulsando de éste un cuchillo. - Puedo sacar objetos de mi cuerpo según cuanto coma.

Ambos se miraron en silencio.

- Es como cagar objetos.

La chica hace una mueca y blanquea sus ojos.

- Si. ¿Feliz? - Suspira algo frustrada apoyando sus manos en el escritorio y levantándose mientras el chico sonríe.

- ¿Te queda sangre? - La chica ya comenzaba a sentir que la mayoría de esas preguntas no eran necesarias.

- Si, un poco. - Momo rodea el escritorio cruzando la habitación hasta la puerta. - Bien. Creo que podemos dar por terminada esta reunión.

- Perfecto, yo estoy satisfecho. - Bakugou sonríe victorioso dando una palmada a su bolsillo en el que guardaba aquél extraño objeto. Camina hacia la puerta y cuando estaba por salir la chica la cierra de golpe impidiéndoselo. - ¿Qué mierda? - Katsuki la miró confundido con su ceño fruncido mientras la chica lo mira atenta.

MateloT | BakuTodoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora