DIECISÉIS suspiros de espera

683 75 113
                                    

POV Katsuki

Jamás habia inspeccionado con tanto detalle la cabina de uno de mis barcos, y puedo sentir como a cada segundo la silla se moldeaba a mi trasero.

Suspiro.

Eran ...¿Cuántos?¿Llevaba dieciséis suspiros hoy?

Y apenas eran las siete de la mañana.

Cierro mis ojos inclinando mi cabeza hacia atrás para mirar el techo mientras mi pierna no paraba de agitarse llenando el silencio de la habitación.

Joder, estoy seguro que solo debo esperar un poco más.

El sonido de unos golpes en la puerta rompen la calma del lugar, me giro rápidamente colocándome de pié con cierto cosquilleo en mi estómago que desapareció al ver a ese pelirojo de dientes de Tiburón asomar su cabeza.

Hago una mueca.

-¿Que mierda se te perdió aquí?

- Debo hablar con usted Capitán. - estaba esperando mi autorización, me volteo sacando de mi bolsillo la navaja que he guardado de aquel bastardo bicolor.

- Dilo y vete. - escucho la puerta rechinar, cerrarse y luego unos pasos.

- Sé que no soy a quién espera, pero... - rápidamente lo miro por sobre mi hombro con intensidad advirtiendo que tenga cuidado con lo que dirá. - Ya no vendrá.

- Si solo viniste a decir esa mierda, vete. - digo volteándome y dejando la navaja encima del escritorio.

- Capitán, usted necesita escucharlo. Él no vendrá. - suelto un gruñido apoyando mis manos en la mesa para mirarlo con enojo por ser capaz de decirme lo que no quería escuchar.

-¿Y qué te hace pensar eso?- Sonrio ladino intentando aferrarme de cualquier migaja.

- Es lunes. Estamos aquí desde el sabado en la tarde, ya casi vamos a cumplir los dos días aquí en Fugaz. - mi sonrisa desapareció de golpe para dejarme caer en la silla masajeando mi cien.

- Él vendrá, idiota.

- Si de verdad quisiera venir, hubiese llegado el sábado a la hora acordada. - por impulso me coloco de pié agarrándolo del cuello de su chaqueta, a lo que él simplemente alza sus manos. - Lo sabes.

-¡Carajo! - lo suelto de forma brusca para luego patear la silla y hacerla chocar contra la muralla.

El maldito Capitán Fresita me a estado persiguiendo y atormentando por dos putos años, y ahora que acordamos vernos para follar no aparece ni por si acaso.

Ningún amante o pareja me habia dejado con las ganas, por el contrario. Era yo el que las dejaba cuando veía que comenzaban a hacerse ilusiones de algo serio.

- ¡¿Qué mierda piensa ese imbécil?! - agarro el borde del escritorio levantándolo para hacerlo caer al suelo. - ¡Jamás nadie me había dejado como idiota esperando!

- Y por dos días. - le dediqué una mirada asesina a mi acompañante quién sólo se encogió de hombros.

-¿Piensa que esto es un juego? ¿Qué él me perseguía y ahora me toca a mi buscarlo? Pues yo no juego, lo voy a matar. - empuño mis manos con violencia, un pequeño rechinido salió de la presión que ejercía entre mis dientes. - Busca al Capitán Fresita.

-¿Q-Qué?

-¿ESTÁS SORDO? ¡QUE TÚ Y ESA MANADA DE TRAIDORES BUSQUEN AL BASTARDO! - Kirishima algo indeciso salió de la cabina, mi respiración era agitada por la rabia acumulada de quedar como estúpido.

No por que ahora ese bastardo sea mi matelot el imbécil es de confianza, claramente lo hacía para joderme la vida.

¿Qué mierda le hice para que me haga esto?

MateloT | BakuTodoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora