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CUARENTA Y NUEVE respuestas

POV Katsuki

- ¡Carajo! - alcé mi mano con brusquedad para chocarla contra de la del rubio de ojos dorados que estaba extendiendome un frasco con algun tipo de medicamento, el cual cayó dejando que aquel liquido se perdiera en el suelo.

El supuesto tipo llamado Hawks soltó un bufido de cansancio antes de volverme a ver con seriedad.

- Tienes que bebertelo o te dolerá hasta el respirar.

¿Respirar? Me dolía parpadear, me dolía hasta pensar, el simple hecho de estar despierto es una tortura. Pero ni muerto dejaré que un amigo de esa tostada humana me dé algo que puede matarme.

- No me duele nada. - El rubio blanqueó sus ojos y agarró mi pié herido dando algo de presión.

-¡MALDITO HIJO DE PUTA Y ZORRA QUE TE PARIÓ! - maldecí haciendo resonar mi frase de odio por toda la cabina mientras fulminaba a aquel rubio que sonreía satisfecho.

- Eso me deja en claro que si te dolíó. - su sonrisa fué desvaneciendose a medida que iba aceptando que mi mirada llena de desconfianza no iba a ceder. - al menos deberias comer algo, mocoso rompe bolas. - se aleja tomando una bandeja de la mesa mas cercana y colocándola a un lado mio, el aroma a la sopa llegó a mis fosas nasales haciendo gruñir mi estómago del hambre, sonido que por supuesto no pasó desapercibido por el contrario. - Exactamente señor estómago... - dijo apuntando a mi estomago vendado como si éste le hubiera hablado. - tenemos una rica sopa, un agua caliente y pan, todo lo que necesita un niño en crecimiento como tú.

- No pienso tragar ni una mierda, mucho menos si fue cocinado por un desconocido. - dije con un gesto de asco hacia la comida para luego voltear mi rostro hacia la ventana. Escucho un bufido de rendición y cansancio.

- Por Poseídon, eres todo un maldito problema. - el crujido de la puerta hizo que llevara mi mirada con recelo a quién estaba por ingresar.

- Hola... - esa maldita voz me dió un escalofrío que estremeció todos mis cabello. - ¿cómo van las cosas por aquí? - apareció su melena negra azabache seguida de sus ojos color cielo, ver la cara de esa maldita tostada humana llamada "Dabi" me repugnaba.