TREINTA Y UN pinturas de un principe

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POV Katsuki

Mi cuerpo se habia congelado.

El Shoto que conozco siempre a tenido un brillo en su mirar, incluso cuando es una de enojo. Ese brillo tan singular siempre esta presente de una u 9tra forma...

Sin embargo, el Shoto que esta estampado en esa tela tan valiosa y con pinturas de buena calidad, solo muestra unos ojos dispares muy apagados.

¿Él era mi Shoto? ¿El Shoto que yo conozco?

No lo podía creer.

Por su forma de actuar y hablar, siempre creí que venía de buena familia, de alguna ricachona como todas las demás, pero jamás que fuera un príncipe.

Eso... ya es otro nivel.

Con mi pulgar acariciaba el rostro del bicolor en la tela, sentía lo suave y relieves que causaba la pintura seca.

¿Pero cómo?

Miro alrededor cada detalle de la habitación.

¿Porqué su habitación está tan aislada?

Las habitaciones de abajo son mucho mas grandes y se nota el lujo, y aun así definitivamente ninguna fue usada.

Teniendo tanta habitación decente y disponible, ¿Porqué dejarias a tu hijo en la habitación más apartada del maldito y puto castillo?

Me coloco de pie mirando nuevamente alrededor.

Si ésta era su habitación, debe haber más de alguna pista.

Veo la pequeña mesita que estaba a un costado de la cama, tenía un cajón pequeño que era perfecto para guardar cosas. Camino hacia está y coloco mis dedos en la manilla, al principio no se abrió ya que estaba apretado a causa del tiempo y otros factores. Con mi otra mano agarré la mesa y ejerciendo algo más de fuerza logré abrirlo.

Papeles húmedos y arruinados, una pluma y un frasco de tinta, sacaba cada cosa dejándola encima de la mesita, de pronto logro dar con una caja de madera que se veía tallada y se conservaba increible, al sacarla para abrirla solo dí con pinturas claramente con rasgos de ser usadas, sobre estas se tambaleaba un pincel que aun tenía pintura en sus cabellos.

Hago una mueca y cierro la caja, al colocarle el seguro veo nuevamente su nombre tallado.

- Shoto Todoroki... - se me hacia realmente extraño llamarlo así, me habia acostumbrado solamente a su nombre, y aunque alguna vez me pregunté su apellido, no estaba preparado para saberlo ahora. Acerco mi mano para cerrar el cajón pero me detuve al ver como el fondo de madera se movía de manera extraña, al sacar el cajón y voltearlo cayeron el fondo falso junto con una libreta de cuero azulino. Lancé el cajón a algún lado de aquella vieja habitación y me agaché para tomar la libreta, abrí rápidamente el objeto encontrando dibujos. Mi mirada viajó a la caja de pinturas de antes concluyendo que obviamente fueron usadas para realizar aquellos hermosos dibujos. Mis ojos se deleitaban con cada pagina que pasaba. Eran pequeños pero gran detallados, sin embargo, todos eran de aquella habitación en concreto.

Se veía en un dibujo una ventana de piedra en la que se posaba un pajaro, miré a mi costado encontrándome con el mismo ángulo en el que fue dibujada aquella ventana. Dí vuelta la página y me encuentro con el dibujo de una flor blanca en un macetero sobre un mueble, recorrí con mi mirada la habitación y aquella flor estaba seca en el suelo.

Cada maldito dibujo era solo de aquella habitación, luego de treinta y un dibujos todas las paginas que le seguían eran blancas, me detuve en la última página en la cual había un dibujo completamente diferente a los demás. Estaba dibujado un hombre en tonos rojizos se mostraba serio e imponente, en la otra mitad de la pagina había una mujer de tonos blancos y azules, su semblante era apagado y melancólico, pero lo que mas llamó mi atención era aquel chico de cabellos dispares que se ubicaba entre ambos demostrando vulnerabilidad y dolor. Entre todas las preguntas que me he hecho, como el ¿Porqué estaba en esta habitación?¿Porqué lo oculta?, estaba la mas importante de todas, ¿Porqué se habia ido? - ¿Qué mierda sucedio?... - rasco mi nuca con algo de frustración y miro la libreta confundido - Ya no solo le traes problemas a mi mente y corazón, sino ahora también estas metido en esta mierda... ¿Me seguiras a todos lados?- una pequeña sonrisa se formo en mis labios ante la idea de que algo que me trae tranquilidad como pensar en él, apareciera en este momento.

MateloT | BakuTodoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora