TREINTA Y CINCO segundos de ahogo

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POV Katsuki

Era increíble cómo no me cansaba de ver su expresión, gestos y movimientos de boca mientras me contaba aquello.

Después de no verlo, a pesar de las muchas ganas que me comian por estar cerca, ahora estoy admirando cada maldito detalle.

Claro que colocando igual atención a cada una de sus palabras.

Puedo decir que el moribundo de Shigaraki no estaba tan alejado de lo que de verdad ocurrió.

- No entiendo... - No puedo negar lo fantástico que se siente que me mire con aquellos ojos dispares. - Aún no entiendo como terminaste... así. Si esa mujer murió.

No es una sorpresa para nadie que las sonrisas de Shoto son como estrellas fugaces, las cuales aparecen después de mucho tiempo y son escasas. Pero cuando sus labios no forman esa linda curva, sus ojos podían transmitir fácilmente la misma calidez.

- Según leí en un libro que encontré en la biblioteca del castillo y llamó mi atención, para este tipo de... brujería. Necesitaba la sangre de la invocadora derramada por el causante. - hubo un pequeño silencio mientras nos mirabamos mutuamente. - Eso quiere decir...

-¡Shh! - alzo mi mano colocando mi dedo índice y medio sobre sus labios - Entiendo lo que quiere decir. La mujer necesitaba que tu padre fuera el que derramara su sangre. Lo que no entiendo es ¿Qué hacías con un libro de brujería? - aparto la mano dejando que hablara nuevamente.

- Mi padre enviaba a la bodega los libros que, según su criterio, eran "no aptos". - alzo una de mis cejas- Básicamente toda la literatura de fantasía, cuentos, magia y más. Se supone que esos libros se quemarían, pero yo lograba escabullirme para salvar algunos. - lo veo bajar la mirada unos segundos, supongo que estaba recordando por aquella melancólica sonrisa. - Esos libros "no aptos", eran mi escape y libertad para soñar e imaginar.

Mi cuerpo se movió por si solo, acercándo mi mano a su mejilla para acariciarla y hacer que vuelva a mirarme.

- Pero si esa mujer murió en cuanto tu padre derramó su sangre, no veo el cómo lo hizo.

- No estaba completamente muerta...

- - - - - - - - - - - - - - - Flashback

El gran hombre había logrado llegar a su trono soltando un suspiro de cansancio.

A la mujer le costaba respirar, pero aún estaba consciente de su alrededor.

Se escucharon algunos pasos que eran los sirvientes que se acercaban con paños y cubos de agua para limpiar, sin embargo todos se detuvieron al ver como el cuerpo que yacía bajo esos ropajes se estaba moviendo.

- Majestad... - Uno de los sirvientes llamó la atención del Rey para que fuera testigo con sus propios ojos de como la desconocida mujer comenzaba a arrastrarse entre su sangre, alzando su brazo tembloroso y comenzando a escribir con su dedo ensangrentado sobre las piedras claras del suelo.

- Já. - El hombre apoyó un brazo en el posabrazos de su trono mirando con burla las absurdas acciones en que la mujer gastaba sus últimas fuerzas. Cuando vió a la mujer suspirar y dejar de escribir, fué objetivo de su mirada brillante. El hombre pensó que estaba entrando en una locura por su muerte definitiva, pero ese brillo de ganador no le gustaba. - ¿Terminaste de malgastar tus pocos segundos de vida, Anciana? - a pesar de todo, la sonrisa burlona no escapa de sus labios, las personas que lo miraban deben verlo como alguién que no conoce la palabra temor. - ¿Hiciste un dibujito?

MateloT | BakuTodoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora