QUINCE años de matrimonio

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POV Katsuki

Calma total.

El calor que comienza a tomar el ambiente y a lo lejos el sonido de los pájaros.

Hace mucho no descansaba en esta cama tan amplia que me había visto crecer. Realmente se sentía todo muy acogedor con la tenue luz natural del sol comenzando a entrar, afortunadamente no había cerrado las puertas del balcón.

Soltando gruñidos arrugo mi entrecejo y me volteo quedando boca arriba para llevar ambas manos a mis soñolientos ojos frotándolos para poderlos abrir.

La calma y la tranquilidad son algo realmente increíble, pero, mierda como extrañaba el aroma a mar y el movimiento constante del barco, escuchar el agua violenta chocar contra la madera que no deja de crujir.

Me levanto quedando sentado en aquella cama, miro a mi alrededor intentando acostumbrar mis ojos al sol y suelto un gran bostezo estirando mi cuerpo, suspiro aliviado luego de esta acción.

Me levanto llevando puesto solo mi pantalón gris de pijama que dejaba en casa, me acerco al balcón para sentir el aire fresco.

Joder. Ya deseaba irme, no solo por que me gusta el mar, alguién me estaba esperando y tenía demasiadas ganas de ya verlo.

-Bakugou...

El escuchar aquella voz femenina hizo desaparecer la sonrisa que se habia adueñado de mis labios, giré mi rostro a un lado encontrando en el otro balcón a Toga. Ya estaba vestida y presentable, sin embargo tenia una mirada de asombro.

-¿Que mierda haces allí?- La chica carraspea y se voltea avergonzaba despues de recorrerme con la mirada. Miro mi propio cuerpo y alzo una ceja al comprender la razón de su vergüenza.

- Yo ya estaba aquí cuando llegaste. - la chica tenia la mirada fija en sus manos que se reposaban en la baranda del balcón. - ¿Dormiste bien?

No atrevía a mirarme eso me daba gracia.

- Si, genial. - camino hacia el costado acercándome más al balcón de ella. Creo que cuanto antes se lo propusiera sería mejor para partir lo más pronto pero Toga no es tonta, debo hacer parecer esto algo natural. - Necesito hablar de algo contigo.

La chica me mira rápidamente con mucha atención.

-¡Claro!

Sonrio y doy un salto de mi balcon al de ella, a la cual me acerco colocándome a su lado.

- ¿Tu descansaste?- la chica sonríe algo tímida desviando su mirada.

- Si, bastante bién. - me desesperaba estaba conversación algo rígida y sentía la necesidad de cambiar pronto ésto. Me acerco tomando con delicadeza un mechón de su cabello para olerlo a lo cual su cuerpo se tensó, me separo lo necesario para mirarla a los ojos.

- Ahora si hueles a naranja. Ese es tu olor. - acariciaba su cabello rubio y fino para luego rozar su caliente mejilla con mi pulgar- Me gusta.

Realmente sabía que debía ser suave con mis acciones y romántico con mis palabras. Aunque en realidad sentía indiferencia a la cercanía o a las tonterías que estaba diciendo.

Intento mantener mi mirada intensa en sus ojos ya que causaba un efecto de nerviosismo y ,en Toga, un rubor intenso por todo su rostro, al ver que tenía razón sonrio un poco.

- G-Gracias... - Creo que me sobrepasé en la invasión de su espacio personal porque retrocedió unos pasos, aunque no por eso dejaría que la cercania se perdiera, por lo que la seguí intentando que la distancia fuese la misma.

- Toga, yo siempre te he gustado ¿verdad?

Sus mejillas enrojecieron aún mas y no dejaba de mirar a todos lados por el nerviosismo, casi como buscando una excusa o respuesta que la salvara. Termina chocando su espalda contra la baranda y al ver que yo me estaba acercando cada vez más se disponía a alejarse por un costado; estaba loca si pensaba que permitiría que echara a la basura todo mi trabajo hasta ahora. No esperé a que se moviera ni un milímetro y en cuanto descucbrí su intención coloqué mis brazos a sus costados apoyandome en el mármol. Estabamos demasiado cerca por lo que ella se inclinaba hacia atrás buscando algo de espacio que claramente no se lo otorgaría.

MateloT | BakuTodoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora