CATORCE es la habitación para solventar

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POV Katsuki

No podía negar que aquella propuesta era tentadora.

Necesitaba oro para pagarle a mi estúpida tripulación y lo que más me molestaba era que si no lograba obtener aquellas cantidades que les ofrecí por otros medios, me vería obligado a pedirles a mis padres.

Y es que Bakugou Katsuki es demasiado orgullo para pedírselos, me duele en el alma pensar en pedirles aquello como alguien que no tiene donde caerse muerto.

Pero si el imbécil peliverde que se encontraba frente a mi me ofrecía lo que necesitaba e incluso más ¿Porqué no hacer escucharlo?

- Habla. - Respondí entre dientes y es que aunque no me gustara la idea de relacionarme con ese brócoli con patas, si me da la oportunidad de poder arreglar los problemas que tengo por mi cuenta no lo pensaré dos veces.

No quiero pedirle nada a nadie.

- El Rey de España tiene a varios Corsarios buscando distintas cosas por los mares, y el Heteróclito es uno de ellos. - Me miró con una sonrisa, ya sabía para dónde iba esto. - Si logro llevarles ese monstruo vivo seré nombrado Almirante, si llevo prueba de que esta muerto posiblemente solo me nombren Comodoro. - Se acerca para poder bajar el volumen de su voz. - Quiero que me lo entregues.

- Si te lo entrego ¿Como lo mato? A mi me interesa que todos sepan que fui yo el que lo encontró y derrotó. - Midoriya se separa acomodando su chaqueta.

- Pues podemos hacer correr el rumor de que lo mataste, tendrás el reconocimiento y cincuenta cofres de oro. Mientras yo me llevo a la criatura. - Sonríe ampliamente. - Ganando, ganando.

Pues debo admitir que me convenía bastante, tendría más oro del que necesito y el reconocimiento.

Pero era extraño pues si coloco todo en una balanza yo estaria ganando tanto por tan poco.

Alzo una de mis cejas.

- ¿Donde están la letras chicas? - El peliverde suelta una risita pasando una mano por su cabello.

- Vaya, de verdad no se te escapa nada. - camina lentamente para posicionarse delante mío mirando de reojo a mis padres hablar tranquilamente con Toga, para luego mirarme de forma intensa. - Si fallas no hay problema. Pero si llegas a traicionarme y no cumples el trato, en menos de un segundo tus padres serán colgados por piratería.

Mis manos se empuñaron repentinamente, mi sangre hervía de la rabia y es que yo sabía que este maldito utilizaría ésto alguna vez como amenaza.

De forma rápida agarro el cuello de su camisa llevándolo contra la muralla en un punto donde mis padres desde el interior no vieran la escena, y causando que un quejido se escapara de su boca al ser azotado contra la muralla. Realmente deseaba que mis ojos ardieran para quemar al hijo de puta frente a mi.

- Con mis padres no, maldito hijo de tu puta y zorra madre.

- Wow, tranquilo... - Mis manos temblaban y se comenzaban a colocar blancas por la gran presión con la que hacia que se arrugara aquella pulcra camisa, mi fuerza aumentaba al verlo con semblante tranquilo y con esa puta sonrisa psicópata que no abandonaba. - Mi madre no tiene la culpa... - con una de sus manos da una palmada en mi hombro limpiandolo y sin esperar más golpeo su mano apartándola. - Tranquilo, eso solo pasará en caso de que lo captures y no me lo entregues. Cosa que estoy seguro de que no pasará.

Lo miro con recelo unos segundos y lo suelto de forma brusca retrocediendo y mirando como se acomodaba su ropa.

Bién, estoy más que seguro de mis capacidades y sé que puedo capturarlo, no veo el por qué no se lo entregaría si un monstruo tan peligroso no me sirve a mi.

MateloT | BakuTodoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora