Capítulo 15

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Narrador

La mayoría de los chicos tejen sus dudas sobre quienes son y hacia donde van en la adolescencia. Damián tuvo un reacción tardía gracias a los abusos que fue víctima por parte de quien creía eran sus padres. En el último año de preparatoria buscó las respuestas a tantos abusos y el porque de la diferencias en trato.

Su madre protegía a Magda de la educación estricta de su esposo, pero nunca movió un dedo para ayudarle a él. Se refiere a mucho antes que Magda llegara, el comportamiento adquirido después podría entenderlo.

A la edad de veinte años, luego de tres años de terapia y gracias al decano se decidió a buscar respuestas. Un hombre con el que tuvo una conversación de diez minutos en un ascensor averiado. Fue el tiempo suficiente para que Paul Zimmermann decidiera hacerse cargo de sus problemas psicológicos.

Sus largas platicas, consejo y la insistencia de que siguiera su instinto dieron sus frutos. El único pecado de Damián era nacer más listo que los demás y defenderse de los constantes ataques de quienes le llaman "Raro".

Al descubrir su condición intentó entender el comportamiento de quien creía era su padre. Al no poder hallar ninguna en él presente, empezó a hacerlo en el pasado.

—Era demasiado odio para no cuestionarlo —le dice al hombre que el escucha desde hace unos minutos —¿Es usted padre?

—De tres niños. —responde simplemente.

El individuo es de pocas palabras, pero ha estado atento a todo su relato. Ha hecho las preguntas necesarias y prometió apersonarse de la situación.

—Y jamás usaría los golpes con ninguno de ellos. —sigue diciendo y Damián afirma.

Sus preguntas iniciaron con la llegada de Evy y el extraño vínculo con su hermana. Los deseos de protección de su prima con Magda era un sentimiento nuevo para él, también la amistad con Susan y la insistencia de sacarlos de la casa.

— Encontré el registro médico de mi nacimiento y una fotografía antigua. En el primero decía las condiciones de mi llegada a este mundo. El segundo al pasado de mi padre y una familia que nunca conocí.

Se robó ambos documento y lo observó por días, entre más lo hacía menos sentido tenía para él. Supo que sólo había una manera de buscar la verdad.

Lejos de casa, de sus padres y los maltratos.

—En un comienzo se negó a aceptar, hasta que el general Cass ayudó con mi cupo en Zúrich —sonríe por primera vez de forma real —me sentí libre y pleno por primera vez. Un sentimiento que acabaría pronto cuándo empezaría a buscar respuesta.

La agonía al saber la verdad, lo intrincado de toda la historia lo hizo tocar los terrenos oscuros del suicidio. Inicialmente no encontró información. Su padre no tenía familia cercana viva, salvo algunos primos en segundo grado que al verle se asustaron mucho por el enorme parecido con Konrad. Sumando esa extraña coincidencia a los demás interrogantes, su parecido con ese tío. Había olvidado la vieja fotografía y al verla se dio cuenta que tenían razón.

—La primera vez que la vi tenía quince, la volví a ver a los veinte. Hasta yo podía ver ese parecido.

Le extiende la foto a su interlocutor y lo observa verla con interés. No sólo descubrió el parecido con el hombre, también el de Evy con la mujer. La pareja causó inquietud en él, sobre todo cuando le dijeron, lo del suicidio no estaba claro.

El odio hacia su padre fue por alejar a la única sobreviviente de ese día de su abuela. Una mujer que esperó hasta su lecho de muerte a la única familiar viva que tenía.

INEFABLEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora