Jason
¿Qué encontró Damián en Berlín? Empecemos por el hombre que creía su padre. El doctor fue hijo único hasta los veinte años. En el ocaso de la juventud, sus padres dueños de una modesta fábrica de fertilizantes tuvieron a Konrad.
La llegada del pequeño cambió el ritmo de vida de la pareja y su evidente inteligencia fue motivo de orgullo. Se creía había sido heredada de su abuelo paterno, el fundador de la empresa. Algunos primos encontrados narraron lo que en vieron en ese tiempo. La gran mayoría fue testigo de los constantes celos de Damián hacia Konrad y la lucha de este por ganarse el cariño de su hermano mayor.
No es que el mayor de los Klein le fuera mal en los estudios, aunque, si era perezoso la mayor parte del tiempo. Le costó siete años terminar la carrera de medicina y sólo en el noveno pudo ostentar el título de médico General. Su padre hizo esfuerzos casi sobrehumanos para poder llevarlo hasta el final.
Este no es el caso de los padres que prefieren a uno, por encima del otro. Sus padres les dieron siempre a ambos el mismo cariño, solo que el menor era mas aplicado en casi todo. De allí que le dejaran la empresa familiar, pues conocían su carácter bondadoso.
Todo lo contrario, ocurrió con Konrad, el hijo menor de la pareja. Culminó su carrera en administración a la edad de diecinueve años y al cumplir los veinticinco finalizaba la tercera. Las tres tendientes al manejo de la empresa de su padre. Su sueño era llevarla por fuera de Alemania, algo que logró sin problemas.
Damián, no sólo se encuentra con el extraño parecido con su tío, también con que al igual que él, era bueno en los estudios. Ambas cosas podrían ser gracias a la genética, si él no se hubiera enterado del hijo que Amelia perdió tendría la edad de él. La mujer que lo gestaba era Silke y que al salir de Berlín iba embarazada.
—Aún no me dices porque ayudas a ese hombre —habla Eliú cuando el taxi está por llegar al aeropuerto. —¿Has pensado que él pueda tener culpa en esto? Su misma hermana lo cree culpable. Te recuerdo que se ha negado a hablar.
Eliú sabe lo que necesita saber hasta el momento. Es decir, que los niños no son de su hermana y que el doctor engañó a muchas parejas. Había llegado a la ciudad con motivo del bautizo de sus sobrinos y ayudarme con los trámites del apellido Cass. En una manera de rendir tributo a su padre y hermana.
Se topó con la noticia del escándalo del engaño del doctor Klein. Me ayudó a armar la demanda, me acompañó hasta las instancias judiciales. Chocándonos dos días después que el maldito había decidido huir como el cobarde que era.
La llegada de Magda, la acusación de ella hacia Damián y las pocas ganas del chico en defender su inocencia, le dieron la estocada final. Había pedido hablar con él cuando supe lo que sucedía. "—No lo hice". Fueron sus primeras palabras al verme "—Pero puedo entender que crea que sí".
—Recuerdo que era un chico problema, decían que era para llamar la atención. — continúa Eliú—después escuché que maltrataba a su hermana. Papá y Susan fueron los que descubrieron todo.
—Su hija huyó y solo regresó tras saber la muerte de sus padres —lo defiendo.
—Atacó a su hermana...
—Desde los ocho años —acepto. —recreó lo que su padre le hacía a él desde los cinco. No justifico el maltrato de ninguna manera, pero es evidente eran dos chicos maltratados y un hogar disfuncional. Sin mencionar que es apenas lógico que el supuesto doctor dañara al hijo de su hermano. "Que odiaba" —finalizo haciendo comillas.
Se sorprende, no sé si por lo delicado de mi confesión o por lo que escucha. Vi las marcas en su brazo y los registros de todos los psiquiatras que lo trataron en Berlín. No había duda de que fue un chico problema y lo que hizo a una pequeña niña no tenía perdón.
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INEFABLE
Lãng mạnLibro IV Saga Frederick Jasón Frederick Jr. Solo quería cumplir la última voluntad de Susan, su mejor amiga. Tener un hijo y enseñarle que pudo contar con la mejor de las madres, pero que la ignorancia se lo impidió. Una vez lo logra, contrata los...