Capítulo 32

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Narrador

¡Absuelto! Repetía su cerebro una y otra vez, mientras intenta concentrarse en las excusas del juez. Ha llegado no más con el abogado por decisión propia, ante el riesgo que sería para Evy llegar a ese lugar.

Nadie más que ellos sabían el día y hora del juicio. Pese a sus cuidados, la prensa se había enterado y un puñado de ellos esperaban a la salida. Un parricidio siempre será noticia.

Sin importar, que sea o no verdad.

Una victoria en medio de muchas derrotas. Ser declarado libre de toda culpa, lo obliga a hacerse cargo Magda. Un juez la declaró no apta para controlar su fortuna. Un examen psicológico dictaminó que poseía:

“Discapacidad mental menor.”

Esa condición le impedía manejar por sí misma sus bienes y dado que Damián era el familiar más cercano y su madre asi lo dispuso. El seria el tutor hasta que ella cumpliera los 24 años, edad en que volvería a revisión.

Debería sentirse feliz por ser libre, pero no puede. Le es imposible cuando alguien allá afuera quiere hacerles daño a los suyos.

—¡Felicitaciones!

Su abogado apoya la mano en sus hombros y lo sacude levemente haciéndole salir del letargo en el que esta. Evy seguía sin recordar quien era la persona del auto o porque acabó lanzándose del mismo. Damián contaba con una teoría al respecto y en nada tenia que ver con el golpe.

Evy había bloqueado esa parte como método de protección.

—¿Abrirá la clínica? —su abogado insiste en hacerle salir del letargo en el que se encuentra.

Su comportamiento no es el de alguien declarado inocente. Sus manos en un puño, labios apretados, sus ojos oscuros cargados de odio. Su poca o nula empatía estuvo a punto de hacerle pagar por un crimen que no cometió.

Por más que la pareja se lo mereciera, no podría. Estar en prisión daría a su victimario ganador y a él perdedor. La muerte era lo que menos quería para esos dos.

—No me interesa hacerle publicidad a Damián y Silke —responde tras una larga pausa en donde se limita a ver el estrado frente a él.  —sin mencionar que sería poco probable que alguien quiera mis servicios.

—Es un hombre con una capacidad intelectual casi sobrenatural. —el abogado recoge los documentos de su escritorio y Damián le da una mano —sería una pena que se desperdiciara por un error y es inocente. Tanto usted como la joven Magda.

—Eso no nos quita el letrero de ser hijos de un bastardo —le entrega los documentos recolectados antes de añadir —los diplomas se llenaran de polvo en nuestros cajones. Años de estudios tirados a la basura. 

—Es lamentable que  tanto talento acabe en la basura. —comenta el hombre con pesar —¿Qué hay de la demanda?

—Olvidé agradecerle su ayuda —recuerda y el hombre desecha su agradecimiento moviendo sus manos —han decidido seguir su consejo y conciliaron. —se acomoda los gemelos antes de dar media vuelta para  afrontar a la prensa. —Fue un buen discurso el que les dio.

—Es lo más inteligente. Ese juicio se convertiría en mediático, en donde quienes lucrarían seria la prensa —alza la mano antes de seguir y empieza a enumerar —la identidad de los niños saldría a la luz, algunos tienen edad para acceder al tv o a un móvil y si no es asi… lo que se publica en la web allí queda.

—Una pésima manera de enterarte que tus padres no son tus padres —acepta Damián — No justifico que callaran por dinero, pero creo que siempre hay que rescatar lo bueno dentro de la malo. Los niños no serán expuestos.

INEFABLEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora