El problema con exámenes médicos era que no tenía como justificar e fluido que salía de mis senos o lo grande que estaban. La doctora se dio cuando acabe manchando la camisa. Se sentó en la silla detrás del escritorio y empecé a llorar.
—¿Cuándo fue? —pregunta rompiendo el silencio y escribiendo algo en su móvil —al nacer o antes.
Limpió mi rostro sin entender a qué se refiere. Hasta que me aclara que habla de mi bebé. Ella cree que lo perdí y desea saber en qué momento fue.
—Lo perdí veinte horas después, pero me gustaría no hablar de eso. —aleja el móvil y afirma —no influirá en mi trabajo...
—En realidad si, —corrige —los bebés de Jason les cuesta aceptar el biberón. —señala mis senos cargados y sonríe —tú tienes la solución allí.
—Dudo que el señor lo acepte...—me apresuro a decir.
—Lo hará si su hermano garantiza que eres sana y no genera un peligro a los niños —sonríe levantándose y el ruido del móvil la hace verlo un instante para luego sonreír —¿Lo ves? —dice alzando el móvil —Charlotte, la esposa de Matt suele darle una mano, pero ella tiene gemelos también y es complicado.
—¿Qué debo hacer yo?
—No mucho. Demostrar que eres sana y hacerte querer de esas bellezas. —sonríe tomando el estetoscopio —te aseguro que tendrás empleo por años si lo logras.
No conocí al hermano del señor, solo intercambió mensajes con la ginecóloga y con todos los médicos con los que tuve que pasar. Terry me acompañó al hotel y me dijo que estuviera tranquila.
—El señor es muy cuidadoso —afirmo y detiene el auto frente al hotel —usted es una desconocida para él, por más que le caiga bien a los bebés.
—Gracias por todo —le digo extendiendo la mano —si no nos volvemos a ver, fue un placer.
—Estoy seguro de que volveremos a vernos—sonríe tomando mis manos —¿Necesita algo? —niego y mira el hotel por la ventanilla preocupado —no te he visto comer ¿Segura?
—Iré por algo antes de subir.
Me quedé allí hasta que lo vi partir, fui por frutas y agua a un super tienda y regrese al fui al hotel a esperar la llamada. En lo que resta del día y permanecí en el teléfono a la espera de una llamada. Me quedé dormida esperándola, al día siguiente me despertó los primeros rayos de sol y el ruido del teléfono de la habitación.
—¿Diga? —pregunto apresurada y escucho la risa de Damián del otro lado.
—Que no te ganen las ansias, están corroborando información. Llamaba para decirte que todo esta bien hasta ahora.
—¿Cómo lo sabes? —me siento en la cama lentamente sonriendo.
—Porque han llamado a todos los que hay allí —explica —Estos a su vez a mi madre y a mí.
—¿Habrá problemas con los documentos falsos?
—Ninguno, te lo garantizo. Ahora debo colgar, has equipaje y espera la llamada.
—¿Damián? —le llamo antes que cuelgue.
—¿Si?
—Gracias por todo...
—No tienes que agradecer, si son tus hijos debes saberlo y estar con ellos. —guarda silencio dándome la sensación de que ha colgado y estoy por imitarlo cuando le escucho decir —Lo mejor es que no salgas de la casa por ningún motivo, diles que soy un amigo y que si puedo visitarte. Igual no puedo hacerlo, pero es una manera que mamá esté tranquila.
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INEFABLE
RomanceLibro IV Saga Frederick Jasón Frederick Jr. Solo quería cumplir la última voluntad de Susan, su mejor amiga. Tener un hijo y enseñarle que pudo contar con la mejor de las madres, pero que la ignorancia se lo impidió. Una vez lo logra, contrata los...