⊏Completa la primera parte (en edición)⊐
¿Acaso podría dejar ir a su dolor de cabeza? ¿Como dejar ir aquellos ojos color durazno?
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Para Dmitry sentir el tacto tembloroso de aquella coneja que intentaba ser fuerte, se volvía una obse...
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Welcome peachie
━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━ 𝐃𝐦𝐢𝐭𝐫𝐲
— Diosa, nunca te pido nada, ni soy creyente en tu imagen tan bondadosa, pero solo por esta vez ayúdame a encontrar a mi hembra, al ser que más amo. Y qué cobarde no puedo decírselo a la cara —.
Mis lágrimas amenazaban con salir desde hace media hora en la que camino por el bosque, sin sentir rastro de Olivia, no soy alguien que llore desde hace años, nadie se ha merecido tal vulnerabilidad mía. Pero Olivia... tan solo su misma existencia me hace ser vulnerable.
Cierro mis ojos por décima ocasión intentando concentrarme en el aroma tan delicioso que posee mi hembra, golpeo la nieve sintiendo como esta quema en mi piel, de solo pensar en que ella pueda estar en peligro dentro de este bosque me hace sentir una gran incertidumbre.
Nunca había pensado en que una hembra me tendría aquí, teniendo por completo mi atención sobre ella, a veces, solo imagino que sería si nunca hubiera encontrado a Olivia en este mismo bosque, hasta parece una coincidencia que esté perdida en el mismo lugar donde nos encontramos.
Escucho unos pasos débiles y rápidamente me pongo de pie dirigiendo mi atención hacia el norte del bosque donde la imagen apenas visible de una silueta que parece ser Olivia me hace correr hacia ella.
Aquellas lágrimas que no permitía que salieran, salieron, corrí directamente a sus brazos dando de mi calor a ella para que su cuerpo frío pudiera calentarse rápido. Sin poder hablar nos miramos, las manos de Olivia se posaron en mis mejillas mirando mis lágrimas y de forma torpe las limpia mientras comienza a llorar.
— No llores, no te lo permito — susurré acercando nuestros rostros—. Lo siento, lo siento mucho, mi reina —.
La llamé por su título, algo que no hice antes y que me arrepentí demasiado. A partir de ahora ella sería la reina de un país y se mantendría a mi lado liderando por siglos. ¿Por qué había pasado esto por alto?
— Creí que solo siendo aquello que todos pedían podría recibir por completo tu amor, quería ser un Alfa que provea todo para su omega y su familia. No entenderías cuanto me contuve, tanto que no podía ni siquiera verte directamente porque saltaría como un animal hacia ti, sin poder contener a mi bestia. Me castigué a mí mismo para no tocarte, porque no creía que fuera el indicado para ti —. Me sinceré.
Sus ojos me miraron por largos segundos, segundos en los que permanecí perdido en aquel único color de iris que ella portaba. Era lo que más me encantaba de ella. Y nunca dejaré de decírselo a partir de ahora, aun cuando batalle por mi comportamiento, quiero y deseo ser sincero en todo lo que se pueda con ella.
Olivia asintió besando mis mejillas, ambas para ser exacto, después de eso soltó un suspiro débil antes de cerrar sus ojos. Camine preocupado por su salud al verla pálida, escuche sus latidos que eran débiles y no me importo si alguien veía que tomaba un atajo que solo se supone saben un número contado de personas.
