⊏Completa la primera parte (en edición)⊐
¿Acaso podría dejar ir a su dolor de cabeza? ¿Como dejar ir aquellos ojos color durazno?
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Para Dmitry sentir el tacto tembloroso de aquella coneja que intentaba ser fuerte, se volvía una obse...
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Welcome peachie
━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━ Olivia
— ¡Dmitry! —grité, desesperada, me moví hacia atrás para no ser atacada por aquel ser—. Eres un tonto, mátalo —.
Dmitry se movió con rapidez casi al instante que termino con la vida sólida de ese demonio, caí al suelo, intente olfatear su aroma. Pero era algo imposible, me quede mirando a un punto fijo. Pensando en aquellas personas, querían al cachorro que he pedido yo.
Eso no podía dejarlo tan fácil, sabía que habían contratado a ese demonio para hacerse pasar por mí y conseguir la semilla de Dmitry para tener al heredero de la nación. Pero no podía dejar que eso sucediera, estaba segura de que solo sería poco para que puedan obtenerlos.
— Olivia —sentí como tomó mis brazos y repasaba mi cuerpo para ver si había sido herida—. ¿Estás bien? —.
— Tonto, tan tonto, ¿cómo no te diste cuenta de que yo no estaba contigo? —.
Cerré mis ojos por un momento, quería llorar y también quería estar alejada de Dmitry por ser tan tonto. Pero también estaba enojada con las personas que querían hacer aquellas cosas y que intentaban desaparecerme o hacer que no tuviera ningún cachorro.
Eso no podía dejar que pasara.
— Olivia —.
Tomo una pulsera que estaba en el suelo, eso impedía que yo olfateara su aroma y que él dejara de ver mi aroma entre otras personas.
— Tengo que quemar esto, es un hechizo. Esto hace que veas a la persona de la cual amas se refleje en cualquier otra, pero... —. Guarde silencio y me dé tuve, gire mi rostro mirándolo un poco.
¿Me amaba? Torpe, cayó fácilmente por eso.
Seguí mi camino hasta la cocina y encendí la estufa quemando aquella pulsera, mire el humo negro que salía de esta mientras perdía su poder.
El aroma de Dmitry apareció nuevamente y lo abracé sintiéndome en paz, suspire tranquila de estar segura a su lado y poder vivir mejor después de que estuve al lado de Chelsea. Podía sonreír, por primera vez en mi vida logre defenderme de ella y golpearla como siempre desee hacerlo.
— ¿Qué más ibas a decir hace poco? —.
— Eres un tonto, demasiado torpe —me cargo y me puso sobre la encimera—. No creo que hayas sido tan idiota, pero lo eres. Gato tonto —.
Dmitry miraba mi cuerpo con una sonrisa, entendía que buscaba algún rasguño o algo que me pusiera en peligro. Mis pensamientos se aglomeraron y lo aparté de mí, ¿y si se acostó con esa cosa?
— ¿Cuéntame como ocurrió esto? Esos tipos de demonios solo entran cuando alguien le da entrada y permite su permiso, yo no sé cómo ocurrió esto. ¿Cuándo te cambiaron? —.
