La primera vez que lo vi andaba montado encima de aquella tabla de surf, su cabello mojado y la manera en la cual maniobraba dicha tabla fue lo que más llamo mi atención, aún recuerdo aquella vez que nos presentaron.
-Soy Kim Taehyung, mucho gusto...
-¿Cómo fue que llegamos vivos?- mencionó Taehyung una vez que nos detuvimos en frente de la casa.
-No tengo idea- volteé a ver a aquellos dos que se estaban burlando de mí, por como me demoré en conducir hacia la casa, bajé del auto, seguido de mi madre y Taehyung.
-Nadie la mandó señora, a dejarme conducir- abrí la cajuela del auto y Taehyung me ayudó en bajar las maletas.
-Es que conducir es técnicamente lo mismo que montar una tabla de surf, mi amor- cerró la puerta
-No, nada que ver- negué - No tiene nada que ver, eso es mas difícil - los tres entramos a la casa y fui recibida por Rocky mi pequeño gatito gris - Hola mi amor - lo cargué en mis brazos y empezó a ronronear mientras lo acariciaba, hablando de mascota debo de hablar con mi padre de la cita de Lucí en el veterinario que será en dos días, sí, él se quedó cuidadola.
-Deben de tener hambre, antes de ir a buscarlos les hice algo de comer- mencionó mi madre y miré a Taehyung.
-A decir verdad, mamá comimos en el avión pero no desperdicies nada luego de tomar un baño comeremos - asintió y se quitó la chaqueta.
-Enseñale la casa a Taehyung, quedas en tu casa, yo estaré en el estudio - asentí y mi madre fue por el pasillo para abrir aquella gran puerta.
-Ven, te enseñaré mi habitación- dejé el gato en el suelo y tomé su mano para ir hacia mi recámara.- Bienvenido a mi cuarto- me hice a un lado y él rio mirándolo todo, mi cuarto estaba decorado mucho a mi estilo, en tonos blancos y negro y esos colores morados y rosados.
-Oh dios - sacó su teléfono y tomó una foto del gran portarretratos de mí que mi madre tomó cuando tenía quince años- ¿Eras modelo?- empezó a tomarse fotos juntos al cuadro.
-Ya- reí alejándolo de ahí - No es para tanto -
-Oh, si que lo es, no has cambiado absolutamente nada, pero te vez hermosa, mucho más de lo que eres-
-Solamente te queda llorar- salí de la habitación y arrastré ambas maletas para ir hacia la recámara.- Bebé- estaba tomándole fotos a los demás portarretratos que tenía mios cuando era bebé hasta hace unos años atrás.
-Oh, dios esto es muy tierno - se emocionó voltando hacia mi la foto de cuando tenía tres años y estaba vestida de unicornio.
-¿Terminaste?- reí acercándome a él y dejo el cuadro en el mismo lugar.
-Por favor que nuestra hija salga así de tierna, igual a su madre - abrí mis ojos de más y él rio volviendo a ver las fotos - Esa hermosura en ti nunca se fue, desde pequeña la tienes- sonreí y dejé un beso en su mejilla.
-Tomaré un baño, deja de acosarme cuando era bebé -
-Imposible - respondió dejando un casto beso en mis labios y fue hacia la estantería a un costado de la habitación en donde tenía varios álbumes de fotos.
Negué y fui hacia mi maleta para tomar mi ropa e ir hacia el baño, necesito uno, al igual que dormir tranquila.
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