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Me miré en el espejo una vez más y suspiré. Había llegado el día del acto de posesión presidencial. Me senté en la cama y me puse los zapatos. Estaba acostumbrada a usar tacones desde hacía años pero seguía sin gustarme. El evento al que estaba a punto de asistir me ponía nerviosa y además cuando terminara se haría una celebración y ahí me vería con Taehyung. Los días pasados en la finca me habían servido de mucho para aclarar mis ideas con respecto a él y a Hyungsik. Tenía claro lo que debía hacer. A pesar de eso no era fácil. Habían sido muchos años en una relación con Taehyung, viéndonos a escondidas y haciendo planes para el futuro. Pero todo tenía un fin y lo nuestro debía llegar a su terminar para siempre.

Salí de la habitación y me encontré con Hyungsik. Salía de la que sería su habitación pues ese día estaba instalándose ahí. Quería decirle que durmieramos en la misma habitación pero todavía no había hablado seriamente con él. Ya sabía que sentía algo por mí pero yo había preferido esperar hasta después de hablar con Taehyung para hablarle de mis sentimientos.

—Hola Sun Ji —saludó y sonrió.

—Hola Hyungsik —le dije y me acerqué para darle un abrazo. Lo había visto hacia apenas unas horas pero cada vez sentía peor la necesidad de estar cerca de él. Casi me asustaba lo mucho que necesitaba un poco de contacto físico.

—Te ves hermosa.

—Gracias.

—Te dije que tú ibas a ser la primera dama más hermosa de la historia.

Sonreí.

—Y yo te dije que no puedes afirmar eso a menos que hayas visto a todas las de antes —dije.  

Se acercó y me dio un beso.

—No hace falta. Aunque las viera a todas tú seguirías pareciéndome más hermosa —dijo. 

Sus palabras hicieron que de nuevo sintiera ese aleteo en el pecho.

—Señor Park —nos interrumpieron— ya es hora de empezar la ceremonia.

Tomé su mano y le di un apretón porque me di cuenta de que estaba nervioso.

—Tranquilo —dije— todo saldrá bien señor presidente.
 
Le di otro beso antes de irnos a la ceremonia. Era el segundo acto de posesión presidencial al que asistía en mi vida. Saludamos a los funcionarios del estado, a mi padre y todos los que habían sido ministros de su gobierno. Pasamos las siguientes dos horas entre formalidades, discursos y felicitaciones. Hyungsik recibió la bandera y fue nombrado oficialmente como el presidente de Corea.

—Estoy muy feliz por ti —le dije cuando terminó la ceremonia e íbamos hacia la celebración posterior.

Me sonrió y me tomó de la mano.

—Y yo estoy feliz de estar viviendo esto contigo —dijo.

Ya casi era de noche. Esperaba que no nos demoraramos tanto porque ya estaba cansada. Cuando entré en el salón vi a Jimin a lo lejos y fui rápidamente a saludarlo.
 
—Hola —lo saludé.

Sonrió y me dio un abrazo.

—Hola Sun Ji —dijo— me alegra verte. Has estado desaparecida desde que te casaste.

Busqué con la mirada a Hyungsik que estaba hablando con su vicepresidente

—Han pasado muchas cosas desde que me casé —dije.

—¿Cosas buenas o malas? —preguntó.

—Supongo que un poco de ambas.

—Me enteré de que desconectaron a tu madre. Perdón por no haberte llamado.

Primera dama - PHSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora