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Amanecí entre los brazos de Hyungsik. Su cuerpo enredado con el mio bajo las sábanas. No me acordaba de haberme sentido así de feliz nunca en mi vida. Me dio un beso y sonrió.

—Hola —dijo.

—Hola —le respondí y sonreí también. Me parecía que se veía tan perfecto cuando acababa de despertar. Se estiró y se pasó las manos por el cabello. Después me dio otro beso y volvió a abrazarme.

—Hoy es el lanzamiento de tu marca de maquillaje ¿no?

—Sí. ¿Vas a ir? Si no puedes no pasa nada. Eres un hombre muy ocupado y yo eso lo entiendo.

—Claro que iré. Es un día muy importante para ti. Tengo que estar presente acompañándote.

—Muchas gracias. Que vayas a estar significa mucho para mí.

Le di un beso como agradecimiento. Era un día importante y además sabia el esfuerzo que tendría que hacer para hacer un hueco en su agenda y poder asistir.

—Tengo que decirte algo —me dijo.

—¿Qué es? —pregunté.

—La próxima semana tengo que viajar a Busan. No sé si quieras y si puedas venir conmigo.

—Si quieres que te acompañe no tendría problema.

—Solo son tres días pero no quiero estar lejos de ti.

—Ni yo.

Se abrazó a mí con más fuerza y cerró los ojos. Lo abracé también y respiré profundo. Me gustaba su olor. Era otra de las tantas cosas que me gustaban de él. La lista era interminable y cada día que pasaba se añadían más cosas. Me alegraba que me hubiera pedido que fuera con él a Busan. No quería estar lejos de mí así como yo no quería estar lejos de él. Quizás no habia nada más bonito que el que tus sentimientos sean correspondidos.

Pasé todo el dia puliendo detalles para la celebración de la noche. Invité a muchas personas importantes y traté de hacerle mucha publicidad a mi evento. Fui a que me arreglaran con varias horas de anticipación. Era importante que me viera bien ese dia, quizás era uno de los más importantes de mi vida.

Llegué al lugar primero que los invitados porque quería recibirlos personalmente. Cuando comenzaron a llegar me encargué de saludar a cada uno de ellos y ubicarlos en sus respectivas mesas. Me preguntaba cuanto demoraría Hyungsik en llegar. Lo había visto en la mañana pero sentía que me hacia mucha falta. De repente lo vi llegar y la sonrisa sincera se instaló en mi rostro. Llevaba el traje sin corbata y con los dos primeros botones de la camisa abiertos e iba rodeado de su gran esquema de seguridad. Se acercó y me dio un beso.

—Hola Sun Ji —saludó.

—Hola Hyungsik —le dije.

Le di otro beso más y lo tomé de la mano para llevarlo a nuestra mesa. El mesero pasó con las copas de champaña. Tomé dos y le di una Hyungsik. La bebi mientras miraba a todas partes asegurándome de que todo estuviera en orden.

—Te felicito —me dijo Hyungsik— planeaste todo muy bien.

Sonreí.

—Algo tenía que hacer mientras me recuperaba de la herida —dije.

—Invertiste bien el tiempo —dejó la copa vacía sobre la mesa y me tomó de la mano.

—Gracias por haber venido —le dije.

Sonrió.

—No tienes nada que agradecer. Yo debo estar aquí contigo —dijo.

Le di un beso y me disculpé para ir al baño. Me miré al espejo pensando en si era necesario retocarme el maquillaje y cuando volví a mirar hacia la puerta me di cuenta de que Taehyung estaba ahí.

—¿Qué crees que haces aquí? —le pregunté.

Entró y cerró la puerta con seguro.

—Tenemos una conversación pendiente —me respondió.

—Tu y yo no tenemos nada de qué hablar -le dije y me alejé.

Se acercó.

—Por supuesto que sí —dijo— no puedes quedarte con la idea de que solo te use para conseguir información.

—Esa es la verdad y no puedes hacer nada para hacerme cambiar de opinión —le respondí— nunca me habia sentido tan decepcionada en toda mi vida.

—Tu dijiste que estabas enamorada de mí y que eso nadie lo podía cambiar.

—Tu también dijiste que me querías y nunca ha sido cierto. Quizás todo lo que hicimos durante todos estos años fue mentirnos.

—No es verdad.

Se acercó mas y yo retrocedí. No quería que se acercara, ya no quería que volviera a tocarme.

—No te acerques más o voy a gritar y todo el esquema de seguridad de mi esposo estará aquí en segundos y te devolverán a la cárcel —le advertí.

Sonrió de esa manera que él sabia que haría temblar a cualquiera.

—Grita —dijo— grita todo lo que quieras. No te va a servir de nada.

Iba a replicar pero terminó de acercarse haciendo que pegara la espalda a la pared y me tapó la boca con una mano.

—¿Cuántas veces tendré que decirte que yo no estaba usandote? —dijo en un susurro— Cuando me acerqué a ti mi objetivo era saber más sobre tu padre para así poder sacarlo de la presidencia. Pero desarrollé sentimientos y todo se fue a la mierda. Po mucho que me pareciera que tu padre es un inepto para el poder ya no podía hacerle nada porque eso te haria sufrir. Tienes que creerme que te quiero.

Quitó la mano de mi boca pero no se alejó. Asi que yo seguía sintiendo su cuerpo contra el mio. Lo miré a los ojos. Tiempo atras me parecían lo más hermosos y verlos me causaba tantas cosas. Pero eso era el pasado. Ya no sentia nada. No quería tenerlo cerca porque se sentía como algo malo. Taehyung no debía estarme tocando. El único que podía y debia hacerlo era Hyungsik. Yo ya no queria que me tocaran otras manos ni sentir otro cuerpo. Solo lo quería y lo necesitaba a él.

—Tu y yo somos pasado —susurré— para mi si fue real pero sé que para ti no, así que ya se acabó. No quiero que volvamos a vernos. Sigue con tu vida que yo ya estoy haciendo la mía.

Hechó una mirada hacia la puerta y después volvió a mirarme a los ojos.

—¿Vas a decirme que la vida que estas haciendo es al lado de ese jodido imbécil con el que te casaste? —preguntó.

—Eso a ti no te importa —le respondí.

—Claro que me importa. Te recuerdo que te obligaron a casarte con él. ¿Cómo pretendes ser feliz al lado de ese?

—Si a ti te hace feliz andar por ahi secuestrando gente y haciendo atentados terroristas es tu problema. Yo veré cómo encuentro mi felicidad por mi lado. Ahora suéltame que me tengo que ir. Tengo invitados que atender y mi esposo está ahi afuera esperándome.

Se alejó despacio y me miró como si para él fuera una completa desconocida. Sacudió la cabeza decepcionado.

—Dijiste que te divorciarías de él en cuanto pudieras —me dijo en tono de reproche.

—Cuando lo dije no lo conocía todavía y tampoco a ti —le respondí— Hasta ahora vengo a saber quién eres en realidad Kim Taehyung. Después de años de escuchar tus falsos juramentos de amor eterno. No puedes juzgarme por haberme enamorado de alguien más cuando me mentiste durante toda nuestra relación.

—No puedes estar enamorada de alguien como él.

—No puedes decir eso porque no lo conoces.

—¿Y tú sí?

—Yo sí. Más de lo que piensas.

Salí del baño y regresé al salón. Me senté al lado de Hyungsik.

—Ya me estaba preocupando por ti —dijo— tardaste mucho.

Lo tomé de la mano. ¿Qué me había hecho para causarme semejante cantidad de cosas? Ya no quería estar con nadie más. Todo lo quería con él. Mataría por solo uno de sus besos. No lo sabía pero me tenía a sus pies de una manera en que nadie más podría tenerme.

Primera dama - PHSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora