Sun Ji's POV
Había pasado un mes desde la última vez que había visto a Hyungsik. Ya llevaba un mes escondiéndome, un mes lejos de él. La distancia no había hecho que dejara de quererlo ni un poquito. Al contrario, hasta parecía que estuviera más enamorada de él. Regresé a Seúl y decidí que correría el riesgo de ir a verlo porque ya no me aguantaba más. Me asustaba que me metieran a la cárcel pero quería estar cerca de él así fuera solo por un rato. Había servido de algo pasar todos esos años viviendo en Cheong Wa Dae porque por eso sabía bien por dónde entrar o salir sin ser vista. El pasillo que conducía a la habitación de Hyungsik estaba bastante bien custodiado así que tuve que inventarme una distracción para poder entrar sin que me vieran. Me quedé mirando a todas partes dándome cuenta de que nada parecía haber cambiado. Mis cosas seguían en donde las había dejado pero él no se veía por ningún lado. Después escuché el sonido del agua de la ducha. Me acerqué despacio a la puerta del baño y la abrí solo un poco. Ahí estaba y estaba cantando. No me acordaba de que cantara en la ducha pero escuchar su voz me hizo sonreír. Estaba tan feliz de volver a estar cerca de él. Entré y lo vi cerrar la ducha y abrir la división.
-Sun Ji -dijo y sonrió. Se veía igual de feliz de verme que yo a él.
-Hola mi amor -lo saludé.
Tomó la toalla y se la puso alrededor de la cintura para salir casi corriendo a abrazarme.
-Lo siento -dijo sin alejarse ni un poco- creo que te mojé la ropa.
-No importa -le respondí- a mí todo lo que me importa es poder abrazarte otra vez.
Pasamos un rato así y yo no quería soltarlo. Hubiera querido quedarme ahí entre sus brazos por el resto de la vida. Se alejó de mí y estaba sonriendo. Tenía una sonrisa tan hermosa. Puse las manos en sus mejillas y lo besé. Puso las manos en mi cintura y me acercó más a él profundizando el beso.
-Me has hecho tanta falta -dijo.
-No creo que tanta como tú a mí -dije.
-Es muy peligroso que hayas venido. Yo he tratado de no preguntarte en dónde has estado porque no quiero que esa información llegue a otras personas y te encuentren por mi culpa.
-No había venido a verte pensando en que podían darse cuenta de que vine pero ya no me aguantaba más.
-Durante todo este tiempo he tratado de encontrar la manera de demostrar tu inocencia.
-Escuché que te has estado hablando con esa Hee Sook ¿tiene que ver con eso?
-Pensaba que si me ganaba su confianza podría saber mucho más de ella.
-Ten cuidado. Esa mujer es peligrosa. Me enteré de que se acuesta con Jeon Jungkook.
-Yo... no sabía eso.
-Por eso andaba tan desesperada por sacarlo de la cárcel. No quería quedarse sin su amante.
-Ella podría tener a cualquier otro que quisiera.
Fruncí el ceño. Cuando me había enterado de que hablaban, no me había gustado eso ni un poquito. Odiaba a esa mujer y entendía que él creyera que acercándose a ella podría encontrar la manera de demostrar mi inocencia pero me asustaba que se fijara en ella. Podría ser una arpía de lo peor pero era una mujer hermosa y elegante. Todavía no entendía qué hacía acostándose con ese Jeon Jungkook. No creía que lo hiciera por amor. No parecía el tipo de mujer que se conformaba con tan poco. Podía ser que quisiera cambiar a ese bandido de mala clase por el señor presidente y eso me preocupaba.
-¿Se han hecho muy amigos? -pregunté.
Creo que captó lo que estaba pensando.
-Por favor no pienses cosas que no son -me respondió- entre ella y yo no ha pasado ni pasará nada. No puede pasar nada porque yo estoy demasiado enamorado de ti como para involucrarme con alguien más. Además ella tampoco podría fijarse en mí.
-Cualquiera podría fijarse en ti Hyungsik. Y ella no está ciega ni es estúpida.
-Ella ya está enamorada de alguien.
-¿Te refieres a Jeon Jungkook? No mi amor, una mujer como ella no podría enamorarse de alguien como él. Una cosa es que se lo lleve a la cama y otra muy distinta que lo ame.
-Ella... me ha hablado de sus sentimientos por él y creo que no es mentira.
-Imposible.
Me miró a los ojos y me acarició la mejilla con el pulgar.
-Sun Ji... no nos hemos visto en un mes, dejemos de hablar de otras personas y mejor hablemos de nosotros -dijo.
Asentí. Tenía razón.
-Lo siento amor -respondí- Es que me preocupa que te enamores de alguien más. Eso puede pasar sin estar yo aquí.
-Eso no va a pasar -dijo- no te preocupes por eso. Mi corazón solo puede ser tuyo.
Lo besé otra vez. Había extrañado demasiado sus labios. En realidad extrañaba todo de él. Pegó mas su cuerpo al mío y entonces recordé que estaba casi desnudo. Puse las manos sobre su abdomen y lo acaricié sintiendo como sus músculos se tensaban. Lo necesitaba tanto, había pasado demasiado tiempo desde la última vez que habíamos estado juntos. Me alejé un poco y me quité la chaqueta. Hyungsik se quedó mirandome un poco sorprendido pero no dijo nada. Después me quité la blusa, los zapatos y el pantalón. Cuando estuve solo con la ropa interior, se acercó y volvió a besarme mientras abría el broche del brasier para quitármelo. Cuando no tuve nada más puesto se quitó la toalla que tenia alrededor de su cintura y entramos juntos en la ducha. Abrió la llave y comenzamos a besarnos mientras el agua caía sobre nuestros cuerpos. Cerró la llave y yo recosté la espalda en la pared. Estuvo un rato besándome el cuello y después se entretuvo en mis pechos. Mientras chupaba uno, acariciaba el otro con los dedos. Siguió bajando por mi abdomen hasta llegar a mi entrepierna. Cerré los ojos y gemí cuando sentí su lengua acariciarme el clítoris muy despacio. Después comenzó a moverla más rápido y yo llevé las manos a su cabello. Lo estaba haciendo demasiado bien, ya no podía pensar en otra cosa más que el placer que me estaba dando. Su mano subió por en medio de mis piernas hasta mi entrada. Metió un dedo y luego otro para comenzar a moverlos al mismo ritmo que movía la lengua. A ese paso ya me debían estar escuchando en toda la casa pero ni siquiera eso me importaba. Me comenzaron a temblar las piernas y así llegué al clímax mientras gemía su nombre.
Se levantó despacio y me sonrió. No le di tiempo de decirme nada, simplemente me di la vuelta, apoyé los brazos en la pared y me incliné un poco. Me tomó de las caderas y con una sola fuerte embestida me penetró. Gimió fuerte y yo también. Salió para volver a entrar con mas fuerza todavía. Cómo había extrañado sentirlo. Comenzó a marcar un ritmo entrando y saliendo. También movía mis caderas contra él. El placer era demasiado. Mientras entraba y salía dejaba besos sobre mi hombro o lo mordisqueaba suave. Estaba segura de que sus manos quedarían marcadas en mis caderas pero es no importaba. Mi cuerpo le pertenecia y podía hacer lo que quisiera. Dio una última embestida y se vino dentro. Lo seguí y acabé también.
Después de unos minutos de recomponernos, di la vuelta para poder besarlo. Abrí la ducha otra vez y nos metimos debajo del agua. Después de muchos besos y caricias salimos de bañarnos y fuimos a la habitación. Nos metimos en la cama desnudos y Hyungsik me abrazó.
—Odio dormir aquí sin ti —dijo.
—Quiero creer que pronto voy a volver a dormir aquí contigo pero se ve casi imposible a veces —dije.
Me dio un beso.
—No puedes rendirte —susurró— tú y yo tenemos que ser felices. Tenemos que encontrar una solución a esto. Te quiero demasiado Sun Ji y no pienso rendirme nunca hasta que podamos volver a estar juntos sin que nadie se interponga.
Le acaricié la mejilla con el pulgar.
—No me rendiré mi vida. El amor que te tengo es demasiado fuerte como para eso. Voy a luchar, te lo prometo.
Sonrió y me dio otro beso.
Cuando amaneció hubiera dado la mitad de mi alma o mi alma entera por poder quedarme ahí con él. Pero tenía que irme. Ya me había arriesgado demasiado. Me despedí de Hyungsik y no dejé de llorar en todo el viaje a Daegu.
Cuando abrí la puerta del apartamento donde estaba viviendo casi no pude creer lo que veía.
—¿Taehyung?
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Primera dama - PHS
FanficPark Hyungsik quiere ser el próximo presidente de Corea y para lograrlo necesita formar una alianza con el presidente actual. Sun Ji está perdidamente enamorada de Kim Taehyung, pero su padre, el presidente, no lo aprueba y para evitar que estén jun...