Primera dama - PHS

28

Hee Sook´s POV

Terminé de hacerme el moño y me miré en el espejo. Habia llegado por fin el día del juicio. Esa última semana se me había hecho demasiado larga terminando de recoger las pruebas y de manipular a los testigos para hacer quedar a Sun Ji como la única culpable del intento de asesinato de Park. No había dejado de pensar en Jeon y quería verlo otra vez aunque no pudiera besarlo. No sabia qué me estaba pasando con él. No era ni de cerca el tipo de hombre que a mí me gustaba. Siempre había creído que me merecía lo mejor, no a un delincuente que estaba en la cárcel y que quien sabe a cuanta gente habría matado y robado y estafado etcétera. Quizás no debería haber dejado que me besara pero desde la primera vez que lo había visto eso era todo lo que quería. Me causaba cosas raras y dificiles de describir. En todo el camino hacia los tribunales lo único en lo que pensaba era en él. Cuando lo vi casi me quedé con la boca abierta. Si que estaba guapo. Llevaba traje y tenía el cabello perfectamente bien peinado.

—Señorita Hee Sook —dijo y sonrió.

Le sonreí también.

—Señor Jeon —saludé— ¿está listo para lo que viene?

Asintió.

—Por eso no se preocupe.  Yo estoy decidido a volver a ser libre.

Todo estaba cuidadosamente planeado y yo estaba muy segura de que todo saldría bien. Nunca había estado nerviosa antes de un juicio pero en esos momentos lo estaba. Me estaban sudando las manos y estaba casi segura de que eso tenía algo que ver con Jeon. Tenía algo que me hacia comportarme de una manera inusual. Tenia que ponerle freno a eso antes de que fuera tarde. No convenía meterme con él aunque me estuviera muriendo de ganas porque me volviera a besar.

 —No estará nerviosa —dijo— ¿o sí?

—Eso queda para la gente insegura —le respondi— y yo no soy así. Además he trabajado mucho en este caso. Ya puede ir pensando en lo primero que va a hacer cuando salga.

Sonrió.

—Eso ya lo sé —dijo— sé muy bien qué es lo que voy a hacer.

En ese momento dieron la orden de entrar a la sala de audiencias.

 —Llegó la hora —dije.

Tomé aire y entré. Nunca había perdido un juicio. Desde que estaba en la universidad me había preocupado por ser la mejor en todo y ese día no debía ser diferente. Esperé con paciencia hasta que todos tomaron sus lugares. Entonces me di cuenta de que el fiscal era nada más y nada menos que Lee Sung Tae, mi ex. Maldita sea. Lo odiaba y él a mi.

—Parece que hubiera visto un fantasma —me dijo Jeon.

Lo miré.

—Es casi como si fuera así —le respondí— el fiscal es mi ex.

Sonrió y pude ver que toda esa situación le daba mucha risa.

—¿Quedaron en malos términos? —preguntó.

—Decir que malos términos no es palabra.

—Ahora me va a poner cadena perpetua solo porque usted es mi abogada.

Le sonrei.

—No se preocupe que eso no va a pasar aunque le advierto que en un juicio es todo lo agresivo que no es en la cama. Pero no se asuste que yo sé lo que hago.

Me miró medio asustado. En verdad esperaba que no se asustara y cometiera algun error cuando lo estuviera interrogando porque Sung Tae era muy agresivo para eso y hacia confesar a más de uno. El último en llegar fue Park. Como era de esperar no iba con su esposa. Llegó acompañado de su fuerte esquema de seguridad. Él también tendría que declarar.