Pasé la noche prácticamente sin dormir. Aunque a Hyungsik se le quitó la fiebre casi a media noche y después durmió más o menos bien, yo no podía dormir. Me despertaba a cada rato para asegurarme de que no le había vuelto a subir la fiebre. Me daba la impresión de que se le dificultaba un poco respirar, por eso apenas me levanté fui a llamar al médico. Llegó muy rápido y pasó un rato revisándolo.
—¿Y qué es lo que tiene? —pregunté.
El doctor se levanto y me miró.
—Es un resfriado común —respondió— se agravó por los altos niveles de estrés que está manejando el señor Park. Voy a dejarle unos medicamentos además debería guardar reposo hasta mañana.
Hyungsik lo miró como si se hubiera vuelto completamente loco.
—No puedo quedarme aquí en la cama hasta mañana —dijo— tengo demasiadas cosas que hacer.
El doctor lo miró muy serio.
—Usted es el hombre más importante del país —le dijo— por eso debe cuidar de su salud. No pasará nada porque descanse un solo día.
—No se preocupe —dije— me encargaré de que descanse al menos hoy.
—Si no ha mejorado para mañana me llama de nuevo. Si no vendré pasado mañana a revisarlo.
—Muchas gracias.
—Hasta luego, señora. Recuperese pronto señor Park.
Después de hacer una reverencia el doctor salió de la habitación. Fui a sentarme junto a Hyungsik y lo tomé de la mano.
—¿Cómo te sientes? —pregunté.
—Bien —me respondió— aunque no me parece necesario quedarme todo el día sin hacer nada.
—El doctor tiene razón. Eres el hombre más importante del país y por eso es importante que te mantengas saludable.
—Tengo demasiadas responsabilidades encima de mí.
—Por eso mismo. No podrás cumplir con todo eso si no te cuidas.
Suspiró y se recostó en la cabecera de la cama.
—Voy a decir que te traigan el desayuno —dije.
—¿No vas a desayunar conmigo? —preguntó.
—Claro que sí. No te iba a dejar desayunando solo.
Le sonreí y me levanté de la cama. Cuando volví estaba hablando por telefono mientras caminaba por la habitación. Tenía la camisa abierta y de vez en cuando se pasaba las manos por el cabello. No pude evitar bajar la mirada hacia su abdomen. Me imaginé mis labios recorriendo su piel. Debía aguantarme hasta que estuviera bien pero me despertaba el deseo de una forma en que no recordaba que ninguno de los otros hombres que habían pasado por mi vida había podido hacerlo. Ni siquiera Taehyung a pesar de lo guapo que era. Pero es que Hyungsik es diferente. Desde el principio sentí cosas inexplicables que quizás nunca sabría de dónde habían salido. No quería pensarlo pero la verdad era que estaba desesperada por tocarlo. Cada día que pasaba era todavia peor. El deseo se me salía de las manos y daría lo que fuera por poder tenerlo aunque fuera solo una noche. Quizás había hecho algo para tenerme así, para causarme semejante desesperación. Eso no se me hacía normal. Quería estar con él pero no sabía qué pensaba al respecto. Esperaba que se recuperara pronto de su enfermedad porque entonces encontraría la manera de seducirlo. Quizás estaba comportándome como una cualquiera. Si quisiera irse a la cama conmigo ya me lo hubiera dicho. Pero de igual manera yo era demasiado caprichosa y estaba acostumbrada a conseguir lo que quería. No iba a quedarme sin intentarlo al menos. Si me rechazaba ya sería otra cosa. Pero al menos lo habría intentado.
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Primera dama - PHS
FanfictionPark Hyungsik quiere ser el próximo presidente de Corea y para lograrlo necesita formar una alianza con el presidente actual. Sun Ji está perdidamente enamorada de Kim Taehyung, pero su padre, el presidente, no lo aprueba y para evitar que estén jun...